Alicante

El fin del estado de alarma y con él la posibilidad de viajar entre las comunidades marca el inicio de la extraña temporada turística que permite la pandemia. Y con ella los hoteleros de Hosbec preparan sus ofertas para reactivar la demanda. Eso sí, después del golpe de quedar fuera de la lista de países aprobados por Reino Unido piden prudencia.

"Sin mercado extranjero la demanda es la que es", señala la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes. Y a las cifras se remite. "El año pasado abrió el 60 % de los hoteles", recuerda. Eso se traduce en que el 40 % restante lleva cerrado ya más de un año "y sin poder abrir ni un solo día".

El avance de la vacunación es lo que confían que marcará el punto de inflexión. "Debemos recuperar un poco de fuelle ahora que la vacunación va acelerada", considera. Eso significaría terminar mayo con los mayores de 60 años ya vacunados. Y con ello prevé que se reduciría considerablemente la presión hospitalaria.

Temor al paso atrás

Frente a eso, el miedo. El que aparece cuando ven los vídeos de concentraciones celebrando el fin del estado de alarma en ciudades de toda España. "Lo que se ve en las televisiones no es ni medio normal. Es exagerado", lamenta. De ahí el temor a que "haya un paso atrás y que tuvieran que volver a imponer medidas porque empezaran a subir los indicadores".

Quienes ya las están aplicando son los expertos de Reino Unido. "El miércoles fuimos declarados zona ámbar, que significa que no va a venir ni un británico", apunta Montes. Su esperanza está en la revisión que hay prevista a principios de junio: "Ahí es donde nos la jugamos".

Vender lo positivo

¿Cómo nos preparamos para esta reválida? El primer reto que ve está en continuar mejorando indicadores, bajar la incidencia media. Pero el siguiente paso está más relacionado con la diplomacia.

"Hay que hacer valer los buenos datos de la Comunidad Valenciana en Reino Unido", subraya. Unas cifras que, como recuerda, "son mejores incluso que Baleares y Canarias, mejores que Portugal, que ha sido declarada zona verde". Y que llegan después de "todos estos meses que aquí hemos tenido unas medidas tremendamente restrictivas".

Aprobar este examen de junio significa mucho para los hoteleros. "Tenemos que estar", recalca Montes. "Si eso es así, sí podremos empezar la reconstrucción turística con todas las herramientas. Sin británicos es imposible que nos recuperemos totalmente". 

La apertura en marcha

De momento, lo que está en marcha es el turismo nacional que ya se puede mover libremente por el territorio. Y Montes confirma que incluso este domingo eso se ha visto. "Hoy mismo han abierto hoteles y se han recibido grupos. Y la ocupación ha sido un poco más elevada en los hoteles que están abiertos", indica.

Poco a poco la situación irá cambiando. "En la parte hotelera todo va a ser mucho más escalado", prevé. "El fin de semana próximo seguro que se nota un repunte importante", adelanta. "Hay muchas ganas de salir", recalca. Y lo ve en los datos que proporcionan algunos de sus asociados, con establecimientos que ya tienen el fin de semana lleno.

La esperanza entre los hoteleros existe. "Los hoteles están haciendo ofertas y preparando paquetes especiales y tirando todo en el asador para reactivar la demanda. Pero esta es una carrera de fondo, hay que empezar a correr y llegar hasta fin de año. Con lo que hay que tomarlo con calma", razona.

La precaución

Esa calma es la que hubiera deseado para gestionar este mes de mayo. "Es necesario tener el pie pisado en el freno todavía hasta que avance un poco más la vacunación" porque "se nota que hace su efecto protector y las cifras están siendo bastante estables". 

En ese sentir Montes cree que no está sola y se ha podido ver en las discrepancias con el fin del estado de alarma. La falta de criterios unificados, por ejemplo, le preocupa: "El toque de queda a las doce debería estar en toda España. No hacemos nada si está solo aquí". A eso añade que se debería pensar en esa escala en controlar los horarios nocturnos y la concentración de personas.

Ese descontrol es el que se ha visto en la madrugada del sábado al domingo. Por eso reitera que "ha habido mucho sufrimiento para que la gente haga eso sin ningún sentimiento de culpa". Aún así, tira de optimismo: "Desde Semana Santa están bajando los indicadores, si en dos semanas no suben los niveles ya enfilamos la cuesta abajo". "Ahora hacer una marcha atrás sería muy difícil", alerta.

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