Las ventanas de la sede de Orizon dan a la playa del Postiguet de Alicante, con una vista privilegiada del Mediterráneo. Esta tranquila imagen contrasta con la responsabilidad que cargan de puertas para adentro: analizar datos críticos de los bancos y aseguradoras más importantes de España.
Jesús Fernández y Carla Piñón son dos de los más de 40 trabajadores de la avanzada empresa alicantina.
Ambos entraron gracias a un curso único en el país que forma a jóvenes en un sector con falta de talento joven, con empleabilidad plena y aún desconocido para muchos.
Jesús, director de operaciones de la firma, explica que la empresa se dedica a reducir el consumo energético y a aumentar la velocidad de las aplicaciones en compañías del IBEX 35 y de otras grandes corporaciones, lo que permite ahorrar millones de euros a sus clientes.
"El 60 o 70 % de los profesionales del sector tienen más de 50 años. Hay un problema generacional y hay que seguir manteniendo estos sistemas, por eso hay pleno empleo", señala en sus oficinas.
Estos sistemas se utilizan en superordenadores de IBM que emplean grandes empresas cuya misión es procesar enormes cantidades de información sin fallos. Tanto es así que aseguran que resisten inundaciones, terremotos, incendios y apagones al estar altamente protegidos por su importancia crítica.
Las oficinas de Orizon en Alicante.
Jesús explica que él mismo no conocía la compañía cuando acabó la carrera y que fue a través del curso pionero que ofrecen cuando entró en el sector, hace ya 15 años.
Desde entonces, los expertos en estos sistemas se han ido jubilando, creando una alta demanda de nuevos profesionales.
El experto afirma que, para trabajar con estos sistemas, solo es necesario "conocer algún tipo de lenguaje de programación, tener mente despierta, capacidad analítica y resolver problemas".
Nuevos expertos
Carla es una de estas nuevas profesionales. Lleva seis meses en Orizon, desde que terminó el curso.
Es física y decidió apuntarse para "aprender algo nuevo" y por la total empleabilidad que ofrece el campo. Al terminar las seis semanas de formación intensiva y gratuita que ofrece la firma, pasó a incorporarse a la plantilla junto a otros compañeros.
"Los clientes con los que trabajamos manejan muchos datos. Yo me encargo de cargarlos en nuestra base de datos, organizarlos y asegurarme de que toda la información esté bien", apunta.
Por sus manos pasan datos críticos de grandes bancos que luego serán analizados para buscar cómo optimizarlos, por lo que resalta la organización como una virtud clave en su día a día.
Pequeños cambios pueden agilizar procesos que antes tardaban una hora y hacerlos en minutos.
Por ejemplo, estas optimizaciones pueden suponer una mejora en la experiencia del usuario de una aplicación móvil de un banco o en el envío de datos contables más rápidos, que ahorran dinero a las entidades financieras.
"Lo que más me gusta es saber que estás haciendo algo importante para grandes empresas", resume Carla.
La sinergia entre la compañía y el Parque Científico de Alicante ha permitido formar, desde 2018, a 50 especialistas como la joven, todos ellos de carreras técnicas, en un curso en el que no solo los alumnos no pagan, sino que además reciben una beca de 300 euros por realizarlo.
Nueve personas participarán este noviembre en la nueva edición anual del programa.
La formación está dedicada para egresados de carreras técnicas como Matemáticas, Física, Ingeniería Informática, Ingeniería Multimedia, Ingeniería en Sonido e Imagen, Telecomunicaciones e Ingeniería Robótica.
