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La Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura aprobó en su reunión de ayer una derivación de agua de la cabecera del Tajo al Segura de 81 hectómetros cúbicos correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre. Se trata de 27 hectómetros cúbicos mensuales como se estableció en el Memorandum firmado por todas las comunidades autónomas implicadas y el Gobierno.

No obstante, con las nuevas reglas de explotación del acueducto que se quieren aprobar se había rebajado el envío en el nivel 2 de los pantanos (que se autorizan automáticamente sin intervención discrecional del Ministerio para la Transición Ecológica) a 24 hm3 al mes.

Por esta razón, el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía y alcalde de Alcocer, Borja Castro, lamentó que no se hayan aprobado las nuevas reglas de explotación, que no ha habido "ninguna noticia ni ningún anuncio", a pesar de "las sucesivas sentencias del Tribunal Supremo que avalan la implantación de los caudales ecológicos en el Tajo, lo que supondría una reducción de las aportaciones al trasvase".

Frente a estas presiones desde Castilla-La Mancha, se sitúa la versión de las provincias beneficiarias del trasvase. Precisamente este lunes, la Universidad Miguel Hernández celebró un encuentro de su Cátedra de Agricultura de Precisión, Digitalización y Sostenibilidad (CAPDS)-UMH, con una mesa redonda con el título “Situación del Trasvase en el contexto de la Planificación del Tajo”.

En esta mesa redonda el director del Instituto del Agua y las Ciencias Ambientales de la UA, Andrés Molina, recordó que “la elevada polarización del debate ha dificultado una definición técnica y económicamente rigurosa de los caudales ecológicos".

Según el profesor, "el Tribunal Supremo dictó cinco sentencias que anularon parcialmente el Plan Hidrológico del Tajo (PHT) del segundo ciclo, ordenando establecer caudales ecológicos en el río. No obstante, el alto tribunal no fijó una cuantía específica ni prejuzgó su alcance. Además, desestimó las pretensiones que solicitaban la imposición de caudales aún mayores a los finalmente establecidos, señalando que dicha determinación debía realizarse en el siguiente ciclo de planificación hidrológica”.

Molina destacó que “durante la aprobación del PHT del tercer ciclo (2023-2027), se presentaron numerosas alegaciones por parte de instituciones públicas y comunidades de regantes de la cuenca del Segura. Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Tajo respondió de forma genérica, sin abordar el fondo de las cuestiones planteadas. El principal argumento para desestimar dichas alegaciones fue, erróneamente, que los usuarios del trasvase no debían ser considerados como "usuarios de la cuenca cedente", lo cual excluyó de facto su participación en el proceso".

De esta forma, la tramitación del plan se llevó a cabo sin una participación pública efectiva ni intento alguno de concertación con los usuarios del ATS, como exige la normativa. “Sin consenso, el Gobierno aprobó el PHT del tercer ciclo, elevando de forma significativa el caudal ecológico del Tajo, lo que ha tenido un alto impacto sobre el ATS y ha derivado en un elevado número de recursos presentados ante el Tribunal Supremo. Algunos de estos recursos, particularmente los más sólidos desde el punto de vista jurídico y técnico, aún están pendientes de resolución”.

Para Molina, "los caudales ecológicos establecidos en el Tajo no están adecuadamente fundamentados. En los procedimientos judiciales en curso no se ha acreditado que se basen en estudios técnicos actualizados, lo que sugiere una fijación arbitraria. Además, la aplicación de los escalones segundo y tercero del régimen de caudales ecológicos producirá una grave incompatibilidad entre los planes hidrológicos del Tajo y del Segura. La compatibilidad de ambos planes estaba supeditada a la ejecución de medidas compensatorias en la cuenca del Segura (como el incremento de aguas desaladas), actuaciones que ni se han ejecutado ni se van a ejecutar en el horizonte temporal de estos planes”.

Según ha explicado la Comisión, los pantanos de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo, han perdido en la última semana 13,88 hectómetros cúbicos y acumulan 1.345,06 hectómetros, lo que supone el 53,41 por ciento de su capacidad total de embalse, que alcanza los 2.518 hectómetros cúbicos, según los datos publicados este mismo martes por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).