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El Gobierno ha presentado a los autónomos su propuesta para reformar el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y las cuotas que paga este colectivo a la Seguridad Social.

Y no ha sentado bien.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones plantea una subida de las cuotas mensuales para 2026 que va desde los 17,37 euros, -para rendimientos por debajo de los 8.040 euros anuales-, hasta los 206,24 euros, que afectará a quienes ingresen más de 72.000 euros al año.

Los trabajadores por cuenta propia califican esta medida como un abuso y alertan de que las pequeñas empresas no podrán soportar más presión fiscal.

"Un castigo fiscal para el empresario"

Desde EL ESPAÑOL de Alicante, hablamos con David Ariza, propietario del restaurante Rice&Bones, en el centro de la ciudad, quien ofrece una visión crítica sobre esta reforma y sobre el futuro del emprendimiento en España.

El chef y empresario David Ariza reconoce que la situación es "complicada". A su juicio, el Gobierno "se llena la boca" al asegurar que no ha subido impuestos, cuando, según él, "ya se han implementado 92 incrementos a través de figuras impositivas que no pasan por el Congreso".

Ariza advierte de que estas subidas afectan especialmente a quienes menos ganan. Aunque el aumento mínimo de 17 euros parezca pequeño, recuerda que "para alguien que ingresa 600 € al mes, pasar de pagar 250 a 267 € de cuota es un golpe importante".

Ariza recuerda que la inmensa mayoría de las empresas en España son pymes y micropymes, no las grandes corporaciones del IBEX, y que esta hostilidad fiscal se extiende tanto al empresario como al trabajador. "España ha dejado de ser un país agradable para emprender", afirma.

En su opinión, el origen de estas nuevas cargas está en que "las cuentas no cuadran". "El Gobierno gasta más de lo que ingresa y la única manera de recaudar sin aumentar la deuda es cobrarle más al que está trabajando", explica.

También expresa su preocupación por la entrada en vigor del nuevo impuesto de solidaridad intergeneracional (MEI), destinado a reforzar el sistema de pensiones.

"Otro palo para el emprendimiento"

En el plano personal, Ariza se encuentra en el tramo de ingresos de 28.000 € anuales, lo que supondrá una subida de "unos 100 € y pico al mes" en su cuota.

Según explica, esto genera un círculo vicioso: "Si subes los precios para compensar el gasto, te arriesgas a quedarte fuera de mercado. Y si lo haces bien y subes de tramo, te suben otra vez la cuota".

Los márgenes en hostelería son mínimos, añade. "Incluso haciéndolo bien, están entre el 5 % y el 8 %". Cualquier imprevisto, como una avería o el cambio de una nevera, "te come el margen del mes". Por eso califica la medida como "otro palo en la rueda más del emprendimiento".

"La gente vive del neto"

Más allá del impacto sobre los autónomos, Ariza advierte que las subidas impositivas también perjudican a los asalariados. "Se les exprime un poquito más, y el Estado se olvida de que la gente no vive del sueldo bruto, sino del neto", apunta.

El empresario describe una paradoja que afecta directamente a sus empleados. Si sus salarios se actualizan con el IPC, suben de tramo en el IRPF y terminan cobrando menos. "Yo pago 2.200 € por cada empleado que recibe 1.420 €", explica.

"Somos el único país del mundo en el que ganar 1 € más del salario mínimo interprofesional te penaliza con 30 € menos netos al mes", remata el hostelero.

David Ariza concluye advirtiendo de las consecuencias a largo plazo de este clima fiscal: "Esta hostilidad hacia el empresario y hacia el trabajador provoca una fuga de talento empresarial y también de mano de obra".