El turismo se consolida como uno de los grandes motores de los mercados municipales en Alicante. Así lo asegura el presidente de la Asociación de Mercados Municipales de Alicante y comerciante en el Mercado Central, Paco Alemañ, donde regenta un puesto de frutas y verduras.
Alemañ tiene clara la relación directa entre el auge turístico de la ciudad y la buena salud de muchos negocios locales: "A la gran mayoría de los puestos nos va muy bien con los turistas".
Explica que, aunque la situación varía según el tipo de producto, el impacto es mayor de lo que muchos creen. !Depende del gremio. A quienes venden carne o pescado, que requieren más elaboración, quizá no les compensa tanto. Pero en mi caso, por ejemplo, me va muy bien", sostiene.
Durante los meses de verano, asegura que aumenta significativamente la venta de fruta cortada en bandejas, un formato muy popular entre los visitantes extranjeros que buscan opciones rápidas y refrescantes.
Redescubren productos tradicionales
El fenómeno turístico ha provocado, incluso, que ciertos productos autóctonos, casi olvidados por la clientela local, vuelvan a ganar protagonismo.
Alemañ cita ejemplos muy concretos: "Hay frutas o productos singulares de la provincia que ya estaba dejando de vender, como los alficoces o algunas variedades de tomate, como el de Mutxamel. Ahora los que más me compran ñoras, por ejemplo, son turistas".
Según cuenta, en muchos casos llegan de la mano de visitas guiadas y, atraídos por la singularidad del producto, lo compran por curiosidad o como recuerdo gastronómico.
Los vendedores de embutidos o frutos secos también se benefician especialmente de este perfil de cliente. "Les va superbien con los turistas", añade el presidente de la asociación.
Antes, señala, el verano solía ser una época de bajada en las ventas. "Mi clientela habitual se va a la playa en julio y agosto, y eso se nota. Pero ahora, a partir de cierta hora, el mercado se llena bastante de turistas y eso compensa".
Alemañ puntualiza que depende mucho del gremio, porque aquellos que venden productos más elaborados como carne o pescado "probablemente no se beneficien tanto como el resto".
El mercado como experiencia
Alemañ subraya que no solo los extranjeros se sienten atraídos por el Mercado Central. "Vienen muchos nacionales que están de paso. Los madrileños, por ejemplo, se sorprenden muchísimo con los precios que tenemos aquí", comenta.
Este perfil de comprador, que muchas veces ‘picotea’ para llevarse algo a la playa o simplemente por probar, supone un impulso añadido a las ventas durante la temporada alta.
No obstante, matiza que esta realidad se nota sobre todo en el Mercado Central, que por su ubicación y tamaño atrae a un mayor flujo de turistas.