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José Vicente Andreu, fue reelegido a finales de junio como presidente de Asaja Alicante en la 38 Asamblea General Ordinaria de la organización, celebrada en el Salón Fondillón del Restaurante Torre de Reixes. Agricultor de cítricos y frutos secos de Orihuela, entra así en su segundo mandato.

La Confederación Hidrográfica del Segura ha licitado 20 hectómetros cúbicos (hm3) de la desaladora para riego. ¿El agua sigue siendo el principal problema de la agricultura en la provincia de Alicante?

Hay más problemas, pero a diferencia de otras zonas de España, en la provincia de Alicante tenemos que sumar el problema del agua, que es gravísimo. Pero bueno, esta medida se remonta a 2022, cuando se inició el expediente.

El problema del agua de desaladora es que no hace competitivos a los cultivos.

El agua de desaladoras tiene sentido como un complemento de un conjunto de aportes hídricos: agua de río, de pozo, depurada, regenerada, de trasvase y también tenemos un poco de agua desalada. Si tú tienes muchas fuentes de suministro, te puede fallar una o dos. El agua desalada es el complemento para asegurar aportes. Respecto al coste, aun estando subvencionada, es muy cara pero te da cierta certidumbre o seguridad de que por lo menos vas a tener una parte del suministro.

Cuando España está al 73% de reserva, en la Vega Baja estamos soportando una restricción del 30% de riego. De eso no se habla, pero sigue estando ahí y nos limita muchísimo. El año pasado llegó hasta el 57%, pero afortunadamente esta primavera ha llovido y se han relajado un poco. Por eso afrontamos un inicio de campaña de invierno con mucha incertidumbre porque cuando pase el verano las existencias de los embalses del Segura van a estar al límite.

Y mientras tanto se sigue recortando el trasvase Tajo-Segura, y ya parece que ya se da por hecho que va a terminar desapareciendo.

Las únicas noticias que salen en los medios de comunicación y que difunde el Ministerio para la Transición Ecológica utilizan la palabra "recorte". Ahora estamos en una situación óptima de reserva con 1.500 hm3. A pesar de ello, yo tengo 60 años y llevo 40 años regando, y no he conocido ese nivel de reserva en un verano. Pero seguimos hablando de "recortes".

""Yo tengo 60 años y llevo 40 años regando, y no he conocido ese nivel de reserva en un verano. Pero seguimos hablando de recortes"

Uno de los problemas que suscitaron un las manifestaciones del campo hace un año fue la sobrerregulación de la Unión Europea (UE). ¿Ha cambiado algo de eso?

Desde hace años, yo diría varias legislaturas, hay una presión por parte de los lobbies ecologistas por orientar la política agraria y comunitaria a una protección ambiental por encima de la productividad agrícola. Eso derivó en el famoso pacto verde. En el que ya se ponían unos hitos de reducción del 30 o el 40% del uso de fitosanitarios, de fertilizantes, para la conservación del medio ambiente. Eso ha derivado en la actual política de la PAC vigente, en que hay que cumplir unos eco-regímenes y condiciones ambientales que lastran mucho la productividad del campo.

¿Hasta qué punto lastran esa productividad?

La lastran por encima incluso de la ayuda que te dan, lo que no tiene sentido. Ya hay muchos agricultores que se plantean que no van a seguir pidiendo probablemente la PAC porque si te dan cinco y te quitan siete, no te compensa.

A partir de 2024 hubo elecciones al Parlamento Europeo y se han renovado los órganos de Gobierno. Hay un nuevo comisario de Agricultura que parece más cercano a las reivindicaciones que llevamos lustros haciendo desde el sector agrario. Según nos ha trasladado, piensa que no se debe prohibir un producto fitosanitario por una imposición ideológica, sino que debe haber un dictamen científico y a la vez, un sustituto que sea igualmente eficaz y económicamente asumible. Creo que sí hay una nueva sensibilidad en la UE. Esperemos que esa nueva sensibilidad se traduzca en leyes.

José Vicente Andreu es empresario agrario de Orihuela desde hace 40 años, en cítricos y frutos secos. Iván Villarejo

¿Puede Castilla-La Mancha quedarse con la obra financiada por Alicante, Murcia y Almería?

El problema es a la hora de competir con otras regiones que no están dentro de la Unión Europea y no tienen esas restricciones.

Claro. Es que todas esas restricciones y toda esa condicionalidad ambiental se traduce en que baja la productividad y se incrementa el coste de producción. ¿Qué pasa con los acuerdos comerciales que se firman con Marruecos, con Egipto, con Turquía, con Sudáfrica, con Argentina, con Mercosur? Ellos producen según las normas de sus países. Se da la paradoja, por ejemplo, de que en Europa existe el límite máximo de residuos de plaguicidas en el producto agrícola pero no afecta a los productos que vienen de fuera y es legal comercializarlos en la UE. Competimos en desigualdad de condiciones con los de fuera.

Esas normas son por seguridad, entonces ¿dónde queda el famoso concepto de soberanía alimentaria de la UE?

Ahora parece que empieza a sonar, sobre todo a raíz de todos los problemas geopolíticos que está habiendo en el mundo, pero los políticos europeos lo habían borrado de su cabeza. Estamos viendo que hay que potenciar nuestros tejidos productivos en general y el sector primario, que es fundamental, en especial. Antes no existía porque a las grandes cadenas de distribución les da exactamente igual si la naranja viene de Valencia que de Sudáfrica. Ellos la quieren la más barata y punto.

¿Y al consumidor le da igual?

Existe una corriente que va cogiendo cada vez más fuerza de apostar por los productos de proximidad porque son menos contaminantes y desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, más seguros. Pero cuesta mucho, salvo en países como Francia o como Italia que tienen muy enclavado en su ADN que los productos nacionales siempre han de ser los primeros. En Alemania o en los países nórdicos, que muchas veces no tienen ni esos productos, no se valora. Y es fundamental porque hoy la gran despensa alimentaria de Europa, sobre todo en periodo invernal, es el Levante español.

Debemos conseguir la identificación del producto y por eso trabajamos desde hace mucho tiempo con las DO y las IGP. Aquí, el níspero de Callosa o la uva embolsada se están revalorizando año a año. Yo creo que es una buena apuesta fomentar las marcas de calidad asociadas a un territorio, pero son proyectos a medio o largo plazo.

"Debemos conseguir la identificación del producto y por eso trabajamos desde hace mucho tiempo con las DO y las IGP"

La uva se enfrenta ahora en el Valle del Vinalopó a la proliferación de las placas solares. En cualquier caso, la patronal de energías renovables asegura que ocupan muy poca porción de terreno.

Bueno, es muy poco en porcentaje si sumas todo el terreno, pero es que el terreno agrícola es un porcentaje muy pequeño dentro del total. En la Comunidad Valenciana más del 53% del terreno es suelo forestal, que queda fuera de la posible ubicación de placas solares. Por desgracia, la Comunidad Valenciana ostenta el récord de abandono de tierras agrícolas a nivel de Europa.

Ese es un gran problema, ¿a qué se debe?

En Alicante se han abandonado más de 30.000 hectáreas en los últimos 100 años. Y no es la peor situación dentro de la región, en cítricos, regadío y secano. Si saliese adelante solo el 3% de las placas solares propuestas haría muchísimo daño.

Con cada vez menos agricultores, ¿cómo se plantea el futuro de la actividad?

Estamos viviendo el tránsito del agricultor y ganadero tradicional al empresario agrícola. Van desapareciendo pequeñas explotaciones y, sin embargo, las estadísticas económicas demuestran que la agricultura coge mayor relevancia y mayor peso dentro del PIB. Con menos agricultores en la actividad agrícola y ganadera, el sector primario sigue creciendo. Eso demuestra a las claras que hay una profesionalización cada vez mayor del sector, lo que es imparable. Incluso con menos hectáreas se produce más. Estamos en un mundo digital donde la IA es una realidad. La agricultura tiene que sumarse a eso, por ejemplo en temas como la burocracia que se facilita en el mundo digital. Esa burocracia sigue siendo brutal en la UE. Hay que avanzar en reducirla. Pero, por ejemplo, nosotros hemos batido récord en formación. Más de 2.500 alumnos han pasado por aquí, la mayoría en cursos online, y recuerdo que la media de edad es de 65 años.

"Incluso con menos hectáreas se produce más. Estamos en un mundo digital donde la IA es una realidad. La agricultura tiene que sumarse a eso"

¿Cuáles son los retos que se ha marcado para su segundo mandato?

Tal y como yo y mi equipo vemos las cosas, las organizaciones agrarias debemos ser reivindicativas, pero no solo quedarnos en eso. No vamos a dejar de reclamar el trato que merece el sector primario, que es el que alimenta a la sociedad. Pero debemos también aportar soluciones. Por eso necesitamos llegar a la política europea al menos con la misma voz que el lobby ecologista. Más aún, porque no somos una empresa que pueda deslocalizarse o que pueda dedicarse a otra cosa.

En el tema del agua, eso es crucial, estamos viviendo un momento de suma importancia que puede suponer el fin del trasvase Tajo-Segura, o puede suponer su consolidación. Desde las organizaciones agrarias y de regantes, las patronales y la sociedad en general, se está haciendo un trabajo muy serio y riguroso. Hoy en España hay un 73% de reservas hídricas y la zona del Levante español, la tercera zona en población del país por producción industrial, agraria y turística, apenas tenemos un 25% de reservas: Alicante, 10 en Almería y 35 en Murcia. Por eso le hemos trasladado al comisario europeo que no es un problema de agua, es un problema de gobernanza hídrica.

Además tenemos problemas de rentabilidad y del relevo generacional, que discurren en paralelo. Tenemos un problema de despoblación en el campo, con gente muy mayor. La media de edad del agricultor valenciano es de 65 años. Es alarmante. Si hay rentabilidad, habrá relevo generacional; si no, nos quedaremos sin agricultura. Yo soy optimista porque hay mucha gente formada, con carrera universitaria, que de tener opción y un proyecto con viabilidad, iniciaría una actividad agraria. Acaba de salir esta semana la ayuda para los jóvenes y nuevos agricultores de la Comunidad Valenciana con un importe récord, 29 millones de euros, para la primera instalación de actividad. Tenemos que ayudar y animar a los jóvenes y asesorarles para que esos proyectos sean viables y sean rentables.

"Si hay rentabilidad, habrá relevo generacional (...) Yo soy optimista porque hay mucha gente formada, con carrera universitaria, que de tener opción y un proyecto con viabilidad iniciaría una actividad agraria"

¿Ha superado Asaja Alicante los problemas internos que denunció un pequeño sector de la organización en la Vega Baja?

Hemos hecho elecciones y hemos pasado de 19 miembros en la Junta a 39. Hemos reforzado la representación de todos los cultivos que se dan en la provincia de Alicante. Todas las comarcas de Alicante están representadas en la Junta Directiva, donde se toman las decisiones y donde se analizan los problemas. Dentro de una organización, la Junta Directiva es la que debe marcar el rumbo que debe tomar la organización.