Elche

La guerra iniciada por Rusia en Ucrania va a repercutir en la economía alicantina, donde no solo se teme que afecte al turismo, sino también el calzado, uno de los motores principales del sector industrial de la provincia. 

La "preocupación" está instalada entre la patronal, reconoce la presidenta ejecutiva de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (AVECAL). Está preocupada, explica Marian Cano, porque teme que la tan esperada recuperación del sector en materia de exportación tras los durísimos efectos de la pandemia por Covid-19 se vea ahora, de nuevo, lastrada. 

El conflicto bélico podría afectar a los pares que se envían al norte de Europa. Rusia es, en estos momentos, el décimo país que más exporta el calzado valenciano, y solo en 2021 había crecido un 13,8% con respecto a 2020. 

Aún lejos de alcanzar las cifras precovid, las exportaciones de calzado a Rusia representan cerca de 38 millones de euros anuales para las firmas españolas que han conseguido hacerse un hueco, recuerda Cano, sobre todo con zapatos de calidad gracias a un precio medio-alto, alto. 

"La moda es muy sensible a estos conflictos y nosotros veíamos en 2022 el año de la recuperación", afirma por teléfono la presidenta de AVECAL. El mercado ruso se ha resistido durante años para el calzado valenciano. "Nos ha costado mucho entrar", aduce Cano. De hecho, en muchas ocasiones han tenido que recurrir a distribuidores para poder colocar sus pedidos. 

Con respecto a Ucrania, las exportaciones el año pasado rebasaron los 5 millones de euros, un 27% más que en 2020 y un 3% más que el año previo de la pandemia, por lo que para las empresas zapateras se trata de un mercado en alza. 

Asimismo, de estas últimas semanas a esta parte, los tambores de guerra en Rusia han llevado a mercantiles españolas a "mostrarse comedidos" a la hora de poner pedidos en marcha. 

Primeras cancelaciones

Por su parte, la Asociación de Componentes del Calzado (AEC) asegura que ya se han producido las primeras cancelaciones de pedidos procedentes de los dos países en conflicto. "Llevamos un día de guerra y ya lo hemos notado", asegura su máximo responsable, Álvaro Sánchez. 

A este respecto, las fábricas tanto en el este de Europa como en Rusia han tenido que cerrar ante la incursión bélica, indican estas fuentes con las que ha tratado de hablar este medio, sin éxito. El cierre, se prevé, durará un mínimo de dos semanas, dependiendo de cómo discurra el conflicto que podría alargarse meses. 

La preocupación de este sector, que se encarga de proveer de material a las empresas del calzado y marroquinería, teme sobre todo por las consecuencias del conflicto en términos económicos después de que el G7, como ha anunciado el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de sanciones "devastadoras" para el Kremlin. 

Con nuevas sanciones, el calzado cree que Rusia podría responder con vetos a productos europeos. No es un escenario nuevo para Alicante. En 2014, cuando Rusia invadió Crimea y su posterior ampliación a otras zonas de Ucrania, la Unión Europea acordó imponer a Rusia sanciones económicas, cuya respuesta inmediata del Kremlin se transformó en la prohibición de que entrara al país productos agrícolas, alimentos y materias primas. 

En Elche y en la Vega Baja, la producción de la Granada Mollar, cuyas exportaciones representaban alrededor del 30 % del total, unas 13.000 toneladas al año, se vieron afectadas. ¿Seguirá los mismos pasos el calzado? 

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