Elche

La derrota el pasado sábado en Tokio ante el japonés Reiya Abe en el combate de eliminatoria por el título mundial del peso pluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) ha provocado que Kiko Martínez se plantee seriamente su futuro al más alto nivel competitivo. El ilicitano, cuatro veces campeón del Mundo, medita su retirada, según ha anunciado en un mensaje en sus redes sociales, en el que también agradece el apoyo de todos los aficionados durante su larga y exitosa carrera.

Kiko, de 37 años, trabajó muy duro durante los últimos meses para volver a pelear por un título, pero la contundente derrota ante Abe le obliga a replantearse el futuro. "Si pierdo me tengo que retirar. Una derrota me obligaría a ello o me dejaría al borde de la jubilación", dijo el campeón español horas antes de su ¿último baile? en el ring.

Con una toalla colgada al cuello y aún con las marcas del combate en su rostro, el mejor púgil alicantino de la historia, y uno de los mejores de España, se ha confesado a corazón abierto. "Esto es un deporte y a veces se gana y a veces se pierde. Me toca felicitar a Abe y a su equipo por la gran estrategia. Me estudiaron muy bien e hicieron un planteamiento de pelea increíble. No pude agarrarlo aunque me hubiera gustado. Lo tengo que aceptar y asimilar", explica el ilicitano, quien insistió en que la derrota forma parte de la vida del deportista.

"Ni mucho menos es algo malo que me haya pasado en mi vida. No se ha perdido la vida, ni un brazo o un pie. Mi primer entrenador y mánager me arruinó y estuve debiendo dinero a la Hacienda española durante muchos años", recuerda el púgil para relativizar la derrota. También se muestra agradecido en el vídeo a su equipo de trabajo y, sobre todo, a su mujer, a quien le atribuye haberle ayudado a salir de "la noche, del cannabis y del alcohol". "Llevo más de ocho años limpio. Ella me limpió", desvela.

El futuro

El campeón ilicitano navega en un mar de dudas sobre su futuro. Solo tiene claro que pase lo que pase en las próximas semanas seguirá vinculado al boxeo como entrenador para trasladar toda su experiencia y conocimiento a las nuevas generaciones. "Todo el mundo me dice que me retire, que descanse ya, que ya está bien… No sé si pelearé más o no, el tiempo lo dirá. También pienso mucho en hacer una última pelea. El tiempo me dirá qué hacer", señala el campeón, quien mientras se decide sigue entrenando y cuidándose "porque quiero ser ejemplo para mis hijas".

"Mi padre siempre me decía que el único legado era ser buena persona. Quiero agradecer el apoyo a toda la afición a nivel mundial y a todos mis entrenadores y rivales que me dieron lo mejor", añade el ilicitano, quien solo tiene palabras de elogio para su deporte. "Lo amo, me educó y me quitó de la noche y de los vicios. Solo me dio cosas positivas y nada negativo. Solo tengo cosas buenas para el boxeo y para el deporte. Kiko Martínez estará en deuda siempre con los aficionados. El tiempo dirá", concluye con emoción el campeón ilicitano.

No es la primera ocasión en la que el púgil deja entrever una posible retirada. Ya le rondó por la cabeza el pasado año tras perder el Mundial de pluma de forma polémica contra Josh Warrington. Pero recapacitó y regresó. Muchos aficionados esperan que la historia se repita y que Kiko Martínez no cuelgue los guantes tras una derrota. No sería el mejor epílogo a una trayectoria de leyenda.