Alicante

Por fin una dulce Navidad para el Hércules. El equipo alicantino llega al parón con una sonrisa tras haber encadenado una brillante racha de cinco victorias consecutivas que le permitirán despedir 2021 y dar la bienvenida a 2022 a solo dos puntos del liderato, algo impensable hace apenas un mes.

El sprint final del equipo de Sergio Mora ha ayudado a endulzar un año horrible, uno más, en la entidad, marcado a fuego por el fracaso deportivo del anterior proyecto, que no solo no fue capaz de meterse en la pelea por el regreso al fútbol profesional, sino que acabó por caer a la Segunda RFEF, la cuarta categoría. Nunca antes, en 99 años de historia, el club estuvo a tanta distancia de la élite como ahora.

El actual proyecto del Hércules pareció tocar fondo hace poco más de un mes, cuando el equipo cayó derrotado en su visita a Puertollano (2-1) con un gol en el descuento. El equipo, tan cerca del liderato como de un nuevo descenso, recibía en el Rico Pérez al Murcia, otro grande venido a menos que amenazaba con hacer saltar por los aires las aspiraciones herculanas.

El equipo, aunque lo pasó mal, respondió (3-0) y tomó aire. Confirmó su mejoría en Melilla (1-2) y ante el Águilas (2-1). La cuarta victoria, que igualaba los mejores registros de los últimos años, llegó en Mancha Real (0-1) y la quinta este pasado fin de semana ante el Toledo (1-0). Solo la excelente regularidad de los colíderes, La Nucía e Intercity, han impedido al grupo blanquiazul escalar algo más en la tabla y asaltar la primera plaza, la única que garantiza el ascenso directo. De momento.

Cinco partidos seguidos ganados era algo que no se veía en Alicante en Liga desde el lejano curso 2012-2013, cuando el conjunto que entonces dirigía Quique Hernández protagonizó un espectacular sprint final de la competición que le permitió esquivar el descenso a Segunda.

El equipo en mitad de la celebración de un gol.

Sin confianzas

En cualquier otra entidad, y teniendo en cuenta los próximos partidos (el regreso será ante el colista Marchamalo) la euforia estaría desatada, pero hace bien Mora en sujetarla. El madrileño conoce la casa a la perfección y también su pasado. "Estoy muy orgulloso de los jugadores, pero los balances al final de la temporada", dijo el preparador antes de iniciar unas vacaciones que se prolongarán hasta el día 29 de diciembre, dos días más de los inicialmente previstos como premio al grupo.

"Empezamos bien la temporada, pero las lesiones de Nico y Toscano nos afectaron mucho. Pasamos una etapa con muchos baches", admitió el preparador, quien desconfía de que lo peor haya pasado. "Queda mucho y ya sabemos lo que sucede siempre en enero", deslizó el técnico en alusión al mes en el que, tradicionalmente, se suelen desplomar los castillos herculanos. El Hércules de Pacheta, por ejemplo, llegó líder a los turrones y el técnico no sobrevivió a enero. Sucedió lo mismo con el de Manolo Herrero, Claudio, Vicente Mir, David Cubillo… Incluso el mejor Hércules de los últimos años, el de Planagumá, flaqueó en este tramo del curso.

En aquella ocasión hubo factores externos, como lesiones o bajas formas, e internos, como un socio accionista empeñado en remover el vestuario con altas y bajas, que acabaron por descomponer el proyecto. "Vamos paso a paso, pero estoy contento, feliz y orgulloso", sentenció el preparador.

Noticias relacionadas