Alicante

El entrenador argentino Sebastián Beccacece cumple este jueves un año en el banquillo del Elche y lo hace en el mejor momento desde su llegada, ya que el equipo ha enlazado cuatro victorias consecutivas, se encuentra situado en zona de descenso directo a Primera División y ha reconquistado el afecto de una afición entregada al proyecto.

El preparador rosarino llegó a la entidad en plena depresión deportiva, con el equipo hundido en el fondo de la clasificación de Primera, pero en 12 meses ha logrado revertir la situación y volver a ilusionar a la hinchada ilicitana.

Beccacece no sólo ha calado en la afición por sus resultados, sino sobre todo por su modelo de juego, atractivo y ofensivo, su compromiso con la entidad y la ciudad y, sobre todo, por poner siempre por delante al grupo sobre las individualidades, señala Efe.

[El Elche supera al Albacete y confirma su candidatura al ascenso directo (3-2)]

El técnico argentino, al que ya había querido fichar el propietario del Elche, Christian Bragarnik meses atrás, llegó a un banquillo envenenado en plena tempestad, ya que esa misma temporada fueron destituidos Francisco Rodríguez, Jorge Almirón y Pablo Machín.

Beccacece, con el Elche ya casi en Segunda, tuvo un mal debut, ya que su primer partido fue frente a un Barcelona arrollador en su camino hacia el título (0-4).

Los inicios del argentino fueron complicados, ya que enlazó otras cuatro derrotas que le llevaron a ser el peor técnico debutante en la historia del Elche al perder sus cinco primeros partidos.

Sin embargo, la imagen del equipo había mejorado con respecto al pasado. El trabajo del argentino, que sorprendió al situar a varios jugadores fuera de su posición natural, acabó dando sus resultados con un gran final de Liga, en la que el Elche se mantuvo invicto durante las últimas cinco jornadas.

Logró victorias de prestigio ante el Rayo (4-0), el Atlético de Madrid (1-0) y el Athletic Club (0-1) y empates ante equipos que se estaban jugando entrar en Europa, como el Sevilla (1-1), o la permanencia, como Getafe (1-1) o Cádiz (1-1).

Las buenas sensaciones con las que el Elche finalizó el campeonato avalaron la continuidad del entrenador en el club, pese a lo traumático de un descenso, superó los 24.000 abonados, su récord en la categoría.

Sin embargo, el mercado de verano estuvo a punto de hacer zozobrar el proyecto, ya que el Elche vendió a sus tres delanteros, Ezequiel Ponce, Pere Milla y Lucas Boyé, y otros jugadores claves, como Omar Mascarell, Helibelton Palacios o Gerard Gumbau, no continuaron en la entidad.

Un mal arranque de competición, con dos derrotas consecutivas, obligó al equipo ilicitano a remar a contracorriente desde el mes de septiembre. El Elche tocó fondo en octubre, tras una derrota en Gijón, tras la que Beccacece se dio un auto ultimátum en el banquillo.

"Si no ganamos al Andorra, mejor dejarlo", comentó el rosarino tras perder ante el Sporting. Un gol de Borja Garcés en el tiempo de prolongación (2-1) le dio al Elche el triunfo de forma agónica y el entrenador, más orgulloso que nunca de sus jugadores, decidió seguir.

El Elche mejoró de forma notable su juego, aunque la clasificación seguía sin hacer justicia al rendimiento del equipo, que pagaba en exceso la falta de gol. Beccacece mantuvo el rumbo, corrigió algunos detalles en el mercado de invierno, como la portería, retocó algunas cuestiones tácticas y el equipo encontró por fin el equilibrio.

El rosarino fue valiente al abrirle la puerta de salida a mitos del club, como Sergio León, Fidel Chaves o Edgar Badía, jugadores idolatrados por la afición, pero que no encajaban en su estilo de juego.

Tampoco le ha temblado la mano para dar la oportunidad y continuidad a jugadores de la cantera, como John o Rodrigo Mendoza, completamente consolidados ya en el primer equipo.

El conjunto ilicitano entró en posición de promoción de ascenso por primera vez en febrero y ya lleva dos semanas en posición de ascenso directo, tras enlazar cuatro victorias, una marca que el Elche no alcanzaba desde hace siete años.

Más allá del buen momento deportivo, Beccacece, que siempre afirmó que llegó al club para "unir" a todos en un momento delicado deportivo y social, ha logrado que la afición se vuelque con su equipo, al que aplaude por su juego, pero también por su compromiso.

El técnico ha dirigido al equipo en 46 partidos oficiales, entre ellos tres de la Copa del Rey, en los que ha sumado 21 triunfos y sufrido 14 derrotas, empatando los otros 11 encuentros.

En un año, Beccacece, que ha demostrado ser un extraordinario piloto entre tormentas, ha reconducido un proyecto a la deriva y reconstruido dos veces un equipo con sello de autor, elogiado por los colegas de banquillo, al que sueña con devolver al punto de origen, la Primera División.