Elche

El Elche está de dulce y le sale todo. Si juega bien es casi imparable. Y si no le salen las cosas, como sucedió durante 80 minutos ante el Rayo, apela al corazón y la fe para atravesar las paredes y escalar montañas. No hay mejor ejemplo para explicar una dinámica positiva que el caso de Ezequiel Ponce, delantero que llegó al club cedido en el último día del mercado de invierno procedente del Spartak de Moscú.

El argentino aterrizó en Elche convaleciente de una lesión en el menisco de la rodilla que le tuvo apartado de los terrenos de juego durante cuatro meses. Su debut en el equipo ilicitano, donde la competencia es feroz en el ataque, se retrasó tres semanas porque aún no estaba a punto.

Pero en su primera aparición, con el partido cuesta arriba (0-1) y en apenas 14 minutos, el delantero dejó su tarjeta de presentación. Intuición, desmarque, control orientado, regate y sangre fría en la definición para enloquecer el Martínez Valero y dar una zancada hacia la permanencia. El argentino, además, estuvo cerca del doblete, ya en el ocaso del partido, en una acción en la que Luca tapó su disparo casi a quemarropa.

"Estoy feliz pero sobre todo por los tres puntos, que son muy valiosos para nosotros”, señala el atacante, quien asegura que la recompensa del gol fue un premio al trabajo de tantos meses lejos del césped. "Se hizo muy largo para mí. Desde que llegué aquí mi foco estaba puesto en ayudar al equipo", argumenta el ariete.

Eze Ponce se acordó, en pleno éxtasis colectivo por el gol, de su familia, "porque fueron los que apoyaron durante todo este tiempo". Afirma que no quedan secuelas en la rodilla de la intervención y se muestra feliz por el poder de convocatoria del Elche, que cada vez reúne más gente en su estadio. "En este partido fueron 14.000, pero lo podemos llenar más. Este equipo se entrena día a día para hacer felices a sus aficionados", apunta el argentino.

El atacante admitió que es "más fácil" adaptarse a un equipo cuando la dinámica es positiva y admite que la competencia que existe en la delantera y en el equipo es una de las claves del éxito del Elche."Tengo tres o cuatro compañeros que están demostrando estar a la altura de la competición. Si seguimos por esta línea vamos a sacar lo mejor de cada uno y de eso se va a beneficiar el club", explica en alusión a Lucas Boyé, Pere Milla y Guido Carrillo, tres delanteros con un rendimiento extraordinario.

Por último, Ponce descarta que el Elche, cada vez en una posición clasificatoria más desahogada, pueda relajarse. "La victoria es pasado y hay que poner la cabeza y todo lo que tenemos en el próximo partido, porque el nivel de los rivales es muy alto y esto no se para", sentencia el argentino. Ponce solo ha necesitado un cuarto de hora para hacer olvidar a Lucas Pérez y Darío Benedetto, los dos delanteros que abandonaron el barco en enero. Nadie llora por ellos tras la deslumbrante irrupción del nuevo tanque franjiverde.

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