La separación profesional entre Carlos Alcaraz y Juan Carlos Ferrero, quien era hasta ahora su entrenador, ha sacudido al mundo del tenis por lo repentino de la decisión y, sobre todo, por anunciarlo en lo más alto, siendo el número 1 mundial.
La decisión, anunciada por el tenista en un comunicado, corta así una relación deportiva de más de cinco años entre el murciano y el extenista, que debía gran parte de sus éxitos a la Ferrero Tennis Academy de Villena, la academia de tenis fundada por Juan Carlos Ferrero.
El alicantino Samuel López se convertirá en el entrenador principal de Carlos Alcaraz a partir del próximo año, quien es también socio de la academia.
Alcaraz es el alumno más aventajado de la academia y quien le había dado una fama mundial impagable a este paraíso tenístico de 120.000 metros cuadrados entre Murcia y Alicante, donde han entrenado tenistas como Nico Almagro o Pablo Carreño.
No obstante, las necesidades de su carrera le han hecho distanciarse de su base de operaciones en Villena, donde entrenaba regularmente desde 2020 y donde llegó a vivir durante la pandemia. Un distanciamiento que, con la ruptura con Ferrero, se verá agravado.
El gerente de la academia, Iñaki Etxegia, explica que "Carlos, como otros jugadores, al llegar a ser profesionales, vienen cada vez menos y el equipo se mueve por él. Más aún cuando ya es uno de los mejores jugadores de la historia".
"Carlitos, desde hace año y medio, se ha ido desvinculando físicamente de la academia. Otra cosa es que su equipo principal (coach principal, segundo coach, preparador físico y fisio) ha seguido siendo el que le pusimos en la academia, y los cuatro llevaban diez años como mínimo trabajando en ella", recuerda.
Su nuevo entrenador seguirá vinculado a la academia, pero "bastante menos", indica.
En cuanto a Alcaraz, la única vinculación actual con la academia es la de su equipo de trabajo. "Si él quiere venir a entrenar algún día, más que bienvenido, pero cada vez viene menos y supongo que con el nuevo cambio vendrá aún menos", comenta el gerente.
El murciano llegó en 2020, cuando alternaba sus clases en el colegio en Murcia con sus entrenamientos en la academia de Villena.
"Cuando empezó tenía una cabaña de madera, que en realidad es como una habitación de hotel, donde se alojaba durante varios días y luego volvía a casa", sostiene Etxegia.
Durante la pandemia se quedó en la academia preparándose y construyendo una carrera que, en los años posteriores y de la mano de Ferrero, le ha llevado a levantar seis Grand Slams y a coronarse como número 1 del ranking ATP.
Un número 1 que se disputa actualmente con Jannik Sinner. Los últimos duelos han marcado una nueva era definida por el pulso entre el murciano y el italiano, aunque poca gente recuerda que el inicio de esta rivalidad se originó precisamente en la mencionada academia.
En abril de 2019, dentro del ATP Challenger de Alicante, un joven Alcaraz de 15 años sorprendió a Sinner, de 17, con un 6-2, 3-6 y 6-3 en poco menos de dos horas. Ese triunfo, casi anecdótico en aquel momento, fue la semilla de una rivalidad que hoy domina el circuito mundial.
