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Stéphane Sebisaho (1994) es un hombre tranquilo que disfruta de los pequeños placeres de la vida, como ir al cine o pasear por San Juan. Pocos dirían que, detrás de esa calma, se esconde el protagonista de una de las peleas más violentas de las artes marciales mixtas (MMA) en España de los últimos tiempos, celebrada el pasado junio.

El campeón del peso gallo de la promotora WAR MMA ha conquistado a los amantes del octógono y es uno de los nombres que más suenan en el panorama nacional.

Belga de nacimiento, Sebisaho tiene raíces africanas —su madre es de Burkina Faso y su padre de la República Democrática del Congo—, pero se ha convertido en un alicantino más.

El peleador recibe a EL ESPAÑOL de Alicante a las puertas del Climent Club, considerado la gran forja de luchadores en España y el mismo gimnasio del que salió Ilia Topuria.

Allí coincidió con los hermanos Topuria poco después de mudarse a la ciudad, tras enamorarse de ella durante un Erasmus. Aún recuerda las palabras de Ilia, que le auguraba un gran futuro: "En ese momento ya hablaba de todo lo que iba a suceder", señala.

De Bélgica a Alicante

Para comprender cómo Sebisaho llegó al gimnasio de Carolinas Altas hay que remontarse a sus orígenes.

"Vengo de una familia modesta, pero no faltaba de nada. Tuve una infancia normal en un barrio muy multicultural de Bélgica, donde convivían marroquíes, congoleños, latinoamericanos, gente de todas partes", recuerda.

El campeón de WAR practica pateos con un saco. J.V.

De niño jugaba al fútbol y practicaba kárate para "aprender a defenderse y controlar las emociones", pero a los 16 años quedó "fascinado" al ver su primer combate de la UFC y decidió iniciarse en el jiu-jitsu.

El giro definitivo llegó en 2018, cuando se instaló en Alicante tras haber conocido sus encantos. "Me encantó la ciudad cuando vine por la universidad por su sol, playas, fiesta... También conocí a mi mujer aquí. Y esta vez vine a vivir con el objetivo de convertirme en luchador y competir", destaca.

Compaginaba empleos como traductor —habla francés, inglés y español—, además de trabajar en hoteles, centros de menores no acompañados y como personal de seguridad para poder costearse las clases en el Climent Club.

En 2021 dio el salto a las MMA, primero en amateur, donde pronto destacó, hasta debutar como profesional.

Su gran oportunidad llegó al ganar el reality The Ultimate Warrior, el primer show de MMA hecho en España, lo que le permitió proclamarse campeón de la promotora de los hermanos Jorge y Agustín Climent en la Caja Mágica de Madrid.

Sebishao y sus entrenadores, Jorge y Agustín Climent. J.V.

"La verdad es que ahí me cambió la vida, porque ya me dedicaba al deporte al 100 %, pero el contrato me dio más seguridad financiera", explica.

"Después del reality tuve un salto como profesional y también psicológico, tras estar diez días encerrado en una casa peleando", añade.

"Ahora doy clases a los alumnos del gimnasio, vivo en el paraíso y estoy cumpliendo mi sueño", sostiene el peleador.

La gran noche en Alicante

Su mayor exhibición la firmó en junio durante WAR 6, una velada celebrada en la Plaza de Toros de Alicante.

Allí defendió su cinturón en un combate épico que elevó su récord a 6-1. "Fue increíble. Ya había peleado contra mi rival en amateur y también fue una guerra. Esta revancha fue igual de competitiva, pero aquí había mucho más en juego por el cinturón", señala Sebisaho.

Sebisaho celebra su victoria en WAR 6 en Alicante. J.V.

Ahora, el campeón piensa ya en su próxima defensa y en dar un paso más en su carrera con la mirada puesta en la UFC.

"A ver si el año que viene podemos posicionarnos en alguna liga grande. Siento que tengo la capacidad de llegar lo más alto posible y pelear con los mejores. Estoy en el camino y lo demostraré", apunta convencido antes de un nuevo entrenamiento.