Alicante

¡Recordad Llagostera! Esta frase acompañará al Hércules y a su afición como una letanía y quedará como grito de guerra para las futuras generaciones. Porque Llagostera ya figura en la historia negra del club como el lugar en el que una entidad con casi 100 años de vida, 20 de ellos en Primera, tocó fondo. Señalará el recuerdo, para siempre, de algo que no se debe ni puede permitir nunca más.

Tenía que ganar el Hércules, pero lo que hizo fue un ridículo espantoso, maquillado por un arreón final con tres goles en diez minutos que solo sirvieron para empatar (3-3). Tras 80 minutos de vergüenza, en los que el Hércules ofreció un catálogo de despropósitos, impotencia y regalos defensivos, tuvo que ser un niño, Abde, y un veterano desaprovechado, Benja, los que remolcaran al equipo del fango para morir en la orilla.

La debacle herculana sacude los cimientos de la entidad de arriba abajo y confirma su implacable decadencia desde que Enrique Ortiz puso, hace ya 22 años, un pie en el Rico Pérez. El empresario acudió al rescate del club en una situación caótica que, tras dos décadas después de su gestión, lejos de ser una excepción se ha vuelto el hábitat natural de la entidad.

También queda herido de muerte el proyecto deportivo de Carmelo del Pozo, quien no ha cubierto ni de lejos las expectativas. Todos los objetivos se fueron cayendo por el camino. Ni el primer puesto. Ni la clasificación para la fase de ascenso. Ni la Liga Pro. Nada de nada, pese a contar con el mayor presupuesto destinado al equipo desde que cayó a Segunda B.

Falló el segoviano en la elección del entrenador, de su relevo y del relevo del relevo. También confeccionó una plantilla frankenstein, a medio camino entre las segundas oportunidades, jubilaciones pagadas en la Costa Blanca y jóvenes sin tablas para soportar el escudo del Hércules. Prueba del despropósito del proyecto es que Abde, un actor de reparto al inicio del curso, es lo único potable de la temporada.

Dicen que el fútbol no tiene memoria, pero tampoco olvida. El pasado año solo la pandemia evitó el descenso sobre el campo y el Hércules, lejos de corregir la deriva, repitió errores. Quizás no en el intento de estructurar la entidad, pero sí en la elección de jugadores que debían formar parte del proyecto. Otra vez aquello de que los 10 mejores partidos de la mayoría de los futbolistas del Hércules ya pasaron.

A merced

A pesar de todos los condicionantes, el Hércules tenía en su mano salvar los muebles y arreglar el final de la temporada. Pero volvió a ser ese equipo blando y encogido de los días claves. Fue atropellado desde el inicio, sobre todo por el carril derecho de su defensa, donde Tano Bonnin sufrió un calvario.

A los 9 minutos, cuando la consigna era aguantar sin cometer errores, ya perdía. Y a la media hora el travesaño evitó el segundo. Entre una y otra acción, nada. Balones largos, rechaces y saques de banda como única forma de llegar al área.

El Hércules quiso jugar en Llagostera como el Llagostera. Y en esa batalla, como era lógico, fue peor. El conjunto catalán supo contrarrestar el juego directo de su rival y aprovechar la verbena defensiva para anotar el segundo y el tercero en el inicio del segundo tiempo.

Sin capacidad en el banquillo para nada más que protestar, el Hércules se fue consumiendo bajo la amenaza de una goleada histórica. Cuando nadie lo esperaba apareció el desequilibrio de Abde y el remate de Benja para abrir la puerta de la esperanza, aunque ya era demasiado tarde. La suerte estaba echada. Quizás desde el pasado año. O puede que mucho antes, porque esta decadencia imparable se intuía desde hace lustros.  

Ficha técnica

3 Llagostera: Marcos Pérez, Aimar, Julen Monreal, Sergio Cortés (Juvanteny, 83´), Sascha, Gil Muntadas, Diego González, Pere Martínez, Marc Manchón, Guiu (David Bigas, 89´), Dubasin (Dieste, 86´).

3 Hércules: Falcón, Tano, Moisés (Alfaro, min. 56), Romain, Álex Martínez; Armando, Moyita (Sidoel, min. 67), Pedro Sánchez (Borja, min. 75), Abde, Pastorini (Buenacasa, min. 56) y Manu Garrido (Benja, min. 67)

Goles: 1-0, min. 9: Guiu. 2-0, min. 50: Sascha. 3-0, min. 64: Cortés, de penalti. 3-1, min. 80: Benja. 3-2, min. 84: Sidoel. 3-3, min. 90: Benja.

Árbitro: Rezola Etxeberria. Expulsó al entrenador del Llagostera, Oriol Alsina, en el minuto 91. Mostró amarillas a Sasha, Manchón, Aimar, Julen Monreal y Diego González por el Llagostera; y a Moyita, Manu Garrido, Sidoel, Tano, Bonnín y por el Hércules.

Campo: Municipal de Llagostera, unos 700 espectadores. 

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