Alicante

Menores de 6 a 8 años acceden a la pornografía violenta cuando reciben como regalo un teléfono inteligente de última generación, lo que supone "riesgos importantes y en muchos casos graves", ya que no están preparados para entender el contenido de estas películas.

Así lo advierte el psicólogo y sexólogo del Gobierno de Navarra José Luis García, quien alerta de que entre dichas consecuencias destacan "la adicción y determinados trastornos cerebrales y emocionales, que es necesario que, como padres y madres, conozcamos", informa el Colegio de Enfermería de Valencia.

García indica que "diferentes estudios señalan los 6 años como una edad en la que algunos niños se topan con estos vídeos sexuales, y también a los 8, con el regalo del 'smartphone' de última generación en la primera comunión".

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A los 12 años, añade, "cerca de la mitad de ellos ya lo conoce y a los 16 son mayoría y probablemente a los 18 haya pocos chicos que digan: nunca he visto porno".

El Colegio de Enfermería de Valencia ha organizado un curso-taller, los días 20 y 21 de enero, con programas de promoción de la salud sexual de ocho horas, para prevenir de los riesgos que supone para la población infanto-juvenil acceder a sexualidad a través de la pornografía y no de profesionales con competencias en salud sexual.

Los sexólogos, informa el colegio, coinciden en que "la pornografía ha existido, existe y existirá en nuestra sociedad como una herramienta de excitación al placer sexual", que pueden utilizar los adultos, "pero, de lo que no están tan seguros es de que los padres y madres sepan que sus hijos e hijas acceden a ella a edades cada vez más tempranas, siendo sabedores o no de lo que están consumiendo".

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La accesibilidad a dispositivos móviles o cualquier otro medio conectado a internet puede ser la puerta de entrada de un menor a este mundo, advierten.

"Podemos encontrar padres o educadores que digan que tienen el control de lo que ven sus hijos/as pero no pueden controlar lo que entre otros/as compañeros y compañeras o incluso círculo de amistades pueden compartir", añaden los expertos.

La pornografía, indican, es una gran industria que genera millones de beneficios y con una capacidad de captación importante, sea en redes sociales o en acceso libre a páginas con enlaces a vídeos porno, en su mayoría violentos, donde se hacen prácticas a veces vejatorias para la mujer y que pueden llevar al menor, todavía inmaduro "psicoemocionalmente", a confundir la realidad con la fantasía.