Con diez años descubrió qué era el incesto y que un hombre asesine a un niño por ello. Eso sucedía en el episodio piloto de Juego de Tronos donde Isaac Hempstead-Wright protagonizaba como el pequeño Bran Stark una escena clave en su historia. De todo lo aprendido y lo que significa crecer con la mayor serie de televisión de la historia habla a EL ESPAÑOL en exclusiva a su paso por la feria Video Game Comic Alicante.
El fin de las restricciones sanitarias devuelve encuentros masivos como este, donde los fans pueden agolparse por hacerse una fotografía con los actores que forman parte de una de las sagas de fantasía más populares, el conocido como cuervo de los tres ojos. Hempstead-Wright llega puntual al pabellón de IFA Alicante donde ha participado este sábado dentro de la programación de esta séptima edición de la VGC.
"Esa fue una de las primeras escenas que rodamos y también una de las primeras en las que Juego de Tronos muestra cómo es de brutal su mundo donde son capaces de tirar a un niño por la ventana después de ver un acto de incesto", recuerda. Más de una década después valora lo que supone aparecer en una escena capital "porque ahí es donde empieza no solo para Bran, sino para la serie".
Una escena que también fue especial para Hempstead-Wright porque su madre decidió explicarle antes de rodarla qué estaban haciendo los hermanos Jaime y Cersei Lannister. Y ahora lo cuenta risueño. "La violencia estaba bien, aunque eso es lo que pensarías que es dramático", razona.
De hecho, reconoce que como niño que empezaba como actor ver los artificios necesarios "es divertido porque ves que todo es falso y que hay gente escondida detrás de una piedra tirando sangre, pero con el sexo, no. 'Eso no es una relación sexual normal, no es cómo funciona', y me habló mucho sobre eso. Creo que me contó demasiado, pero lo averiguaré en terapia", concluye bromeando.
Pero caer sobre una colchoneta no fue lo más difícil que le tocó hacer durante esos diez años en Juego de Tronos. "Algunas de las más difíciles tuvieron que ver con el tiempo", señala en contraste con el soleado día que le ha traído a Alicante.
En particular, en la segunda temporada, cuando Theon Greyjoy decapitaba a sir Rodrik. "Llovía sin parar", cuenta, "y al día siguiente había que continuar, pero ya no llovía, así que teníamos máquinas para que fuera igual. Y la escena era muy dramática al ver cómo asesinaban a su querido maestro de armas. Esa es de las escenas que se te quedan en la cabeza tanto física como emocionalmente".
Es ahora, cuando ya han pasado tres años desde que se emitiera el último capítulo, que valora lo que ha significado crecer al mismo tiempo que se convertía en la serie de televisión más vista y premiada del mundo. "Era como una familia, una gran comunidad en la que nos llevábamos muy bien y pasábamos por todas las locas experiencias juntos", razona.
Por eso solo tiene buenas palabras para un programa que le ha permitido "aprender muchísimo, fue un lugar increíble para crecer: pude ver mundo, conocer a mucha gente diferente y lo que no hubiera podido experimentar de otro modo. Me siento muy privilegiado por formar parte de Juego de Tronos".
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Con el fin de la serie, Hempstead-Wright no termina la relación con el universo creado por George R. R. Martin ya que atiende a ferias como la VGC Alicante. En ellas disfruta porque sigue pudiendo conocer a "esos seguidores apasionados" que se emocionan al estar con él. "A veces me tengo que pellizcar por alegrarle el día a alguien simplemente por tener una conversación y eso es una cosa maravillosa que hacer porque la gente te habla de lo que le gusta la serie".
Y con el mismo aprecio cuenta su relación con una ciudad española, Sevilla. En ella rodó otra de las escenas claves de la serie. "Y la guardo en un lugar muy especial de mi corazón porque fue mi última escena, ahí fue donde el viaje terminaba de muchas formas distintas, allí fue donde dije mi última escena como Bran Stark".
Si esa será la última vez que lo haga está por ver. HBO ha confirmado que habrá una continuación con Jon Nieve, lo que dejaría abierto la aparición de otros personajes. Pero, por supuesto, al igual que le pasó durante los diez años que estuvo grabando la serie original, de eso no se puede hablar. Con Kit Harington, quien dio vida a este personaje, como con otros compañeros de rodaje sigue en contacto. "Aunque es un poco como finalizar el instituto: con unos hablas, con otros trabajas, con otros vives por la misma zona, pero ya no estás empujado por un mismo proyecto durante el año".