Alicante

Desde Dénia el fotógrafo argentino Alejandro Álvarez Liberti recupera la historia de su generación, la que combatió en primera línea por la soberanía de las Islas Malvinas. El conflicto que enfrentó a Argentina y Reino Unido en 1982 por estas tierras se recupera en Camadas, un proyecto de fotografía y vídeo documental que pone el foco en el punto de vista más emocional de la contienda.

Hasta el Atlántico Sur se han desplazado desde esta productora de alicantinos y valencianos para rememorar con un grupo de excombatientes las experiencias sufridas entre abril y junio de aquel año. El trabajo, como recoge Efe, está centrado en el estrés postraumático que sufrieron muchos de los soldados que cumplían con el servicio militar y se vieron envueltos en un conflicto armado.

La periodista alicantina Rocío de la Vara y el director de cine valenciano Javier Díez Botet dirigen este proyecto que produce Álvarez Liberti. Como indican, la conocida como Guerra de las Malvinas duró 74 días. En ese tiempo se cobró la vida de 650 personas en el bando argentino y 255 en el británico. Luego hubo otras víctimas ya que en estas cuatro décadas se han suicidado unos quinientos excombatientes argentinos y 264 británicos.

En Argentina, las heridas todavía continúan abiertas y un buen número de soldados continúan reclamando la veteranía de guerra, que el Estado aún no les ha reconocido. Los miembros del Batallón de Infantería de Mar¡na BIM1 no estuvieron directamente en el fuego cruzado de Malvinas pero sí fueron objetivo constante por parte de las tropas enemigas. Eso les dejó secuelas que, en muchos casos, todavía perduran: silencio, culpa y deshonor.

Los reemplazos

El título de Camadas del documental alude a los miembros de un mismo reemplazo, grupos de excombatientes que tardaron en ciertos casos hasta tres décadas en reencontrarse. Y cuando eso sucedió comprobaron que muchos de ellos compartían episodios de violencia familiar, alcoholismo o les habían diagnosticado enfermedades similares, como el vitíligo.

El objetivo del BIM1 fue custodiar el aeropuerto de Río Grande, desde donde salían los aviones Super-Etendard cargados con misiles Exocet que destruyeron parte de la flota británica. Hubo dos operaciones, el Plum Duff y la Operación Mikado, que pusieron en el punto de mira la base aeronaval de Río Grande. La primera llegó a ejecutarse, pero la segunda quedó en papel mojado.

Los excombatientes Carlos Tear, José Luis de la Torre y Daniel Hansen han regresado al galpón de esquila de la Estancia José Menéndez para protagonizar Camadas. Aparte de una semana en esos establos, el equipo ha recorrido los distintos puestos de guardia en los que estuvieron destacados, la ciudad de Río Grande y los puntos de incursión del ejército británico.

En 2012 los excombatientes constituyeron la Asociación BIM 1, que recluta con cierta periodicidad a algunos de los miembros del batallón repartidos por toda la República Argentina. El objetivo es ser reconocidos como veteranos de guerra. Según el presidente del BIM 1, José Luis de la Torre, "no es una cuestión de plata, sino de honor, de que se nos reconozca lo que hicimos: estuvimos en tensión constante, esperando ataques aéreos o navales, tanto por parte del bando británico como del chileno, ya que por aquel entonces ambos países eran aliados".

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