Alicante
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Termina una de las semanas más intensas para Roberto García. La despedida de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos significa también que ya empieza la preparación de la próxima. Y como director ya sabe que se puede poner a ello con la idea de lograr mayor proyección desde Alicante: "Buscamos aliados como el Instituto Cervantes".

Este ha sido un año muy complicado para este certamen teatral que impulsa principalmente el Ministerio de Cultura, ya que hasta finales de mayo no se sabía quién lo iba a dirigir. Roberto García ha conseguido llevarlo a cabo con éxito y en un tiempo récord. Por eso reconoce que trata de "enfriar la euforia" porque está "muy, muy contento" con los resultados.

Una acogida que había podido intuir durante los nueve días, valora. "Notaba y era palpable que la gente, el público, los asistentes profesionales han verbalizado que ha sido una Muestra más que interesante", cuenta a EL ESPAÑOL.

Una vez cumplido, Roberto García cree que, haciendo un análisis objetivo, ningún obstáculo impidió la ejecución del proyecto que presentó al patronato. Y agradece una acogida "calurosa y entusiasta del público, sobre todo hacia la programación".

"Los espectáculos hacían justicia al lema de la Muestra, En carne viva, puesto que, en muchos casos, se produjo una conexión muy intensa entre lo que pasaba en el escenario y el patio de butacas", destaca.

Y si la exhibición es importante, más lo son las actividades paralelas. De ellas se siente satisfecho de que "haya habido tiempo de calidad para profundizar en los temas tratados y de que el contacto humano haya sido respetuoso y afectuoso".

El reto del tiempo

García confiesa tener la sensación de que "todo ha ido muy rápido". Una realidad, de hecho, ya que la designación, la presentación del proyecto en mes y medio, la preproducción y los diez días intensos de la muestra han supuesto un gran reto. Por eso siente que "los superas con una mezcla de pasión y de oficio".

La primera, prosigue, "te estimula la creatividad" mientras que la segunda "te da las herramientas para resolver las cosas". Ahora que ya tiene asegurada la dirección de la próxima edición, podrá trabajar con mayor distancia y perspectiva. Con ellas quiere "comenzar a soñar y a plantear" la próxima edición.

Antes tendrá que decir adiós administrativamente a la trigésimo tercera edición: "Hay que preparar un poco el informe artístico, de lo hecho y a partir de enero ponernos a trabajar las cosas con tiempo".

García espera que, con la "complicidad de las instituciones", la planificación se pueda llevar a cabo "con un poquito más de tranquilidad y de tiempo también para disfrutar incluso mejor".

Retorno al equilibrio

Y una de las cosas que puede avanzar ya del año que viene es que el foco estará en recuperar el equilibrio en la programación. Con ello alude a una de las características más especiales de la celebrada, el apoyo a las compañías de la Comunitat Valenciana tras la dana.

"En la edición del año que viene, en cuanto a la programación, va a haber un mayor equilibrio, una mayor presencia de teatro venido de todo el estado español", apunta. Y así reunir "a profesionales de otras comunidades que este año no han estado presentes".

El objetivo es volver a los orígenes y ser "la muestra de teatro español de autores contemporáneos". Un paso clave será asentar el trabajo realizado con las asociaciones autorales, tanto territoriales como la Asociación de Autoras y Autores Teatrales de España (AAT). "Esa semilla, que no solo es de esta edición va a seguir floreciendo", razona.

Entre ellas, tiene en mente desarrollar relaciones estratégicas. "Hay otras conexiones que este año no he podido desarrollar y que son importantes sobre todo en cuanto a la proyección de la cultura como el Instituto Cervantes". De ahí que se pondrán "manos a la a la obra para poder buscar más aliados de cara al futuro".