Alicante
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Las exitosas autoras Megan Maxwell y su hija, Sandra Miró, se encuentran de promoción conjunta de sus novelas Nuestro largo adiós y Solo déjate llevar. Ambas escritoras han pasado por la ciudad de Alicante para inaugurar la nueva temporada de las Veladas literarias en el restaurante Maestral. Y con sus libros traen un mensaje radical para estos tiempos: "El amor siempre gana".

La convivencia de ambas autoras es como una extensión de la vida en casa, trasladada a sus viajes de trabajo. Megan considera que poder dedicarse a lo mismo y viajar juntas es la mejor parte de su carrera.

Su hija Sandra agradece llevar a alguien de confianza, ya que no le gusta nada estar sola en los hoteles. Ambas han aprendido a apoyarse y a "tirar la una de la otra" en momentos de cansancio antes de un evento en estas giras necesarias cuando se trata de autoras súper ventas.

Esta colaboración les ha enseñado a salvar los momentos incómodos o "vacíos raros" si una de ellas tiene un parón en medio de una intervención. Las autoras afirman que se llevan mejor de lo que a veces pensaban.

En estos encuentros con el público, Megan espera pasárselo bien y, sobre todo, que los lectores lo pasen fenomenal. Ella cree que estos eventos demuestran que los escritores son tan normales y corrientes como sus seguidores.

Megan valora mucho el acercamiento con los lectores. Así recuerda que ella fue lectora antes de ser escritora. Le encanta que los vean como "de carne y hueso" y que la traten con una emoción tan cercana, "como si tú fueras alguien de la familia".

Recuerda que los lectores le cuentan que su libro les ha servido para salir de una depresión o para pasar momentos bonitos. Sandra se suma a este sentimiento, pues es muy agradable y agradecido que les escriban sobre lo que les ha gustado.

Sandra, por su parte, espera disfrutar el momento y que la gente se lleve una buena sensación. Desea que la experiencia quede como un buen recuerdo para todos, esperando poder repetir en el futuro si todo va bien.

Las autoras han logrado afianzar su carrera gracias al público, a pesar de las críticas que tradicionalmente ha recibido la literatura romántica. Sandra se alegra de que la sociedad avance, aunque sea poco a poco.

Dicha evolución, razonan, permite que se expongan y se valoren otros tipos de temas, y que la literatura romántica "esté en el lugar que debe estar". La gente, asegura Sandra, disfruta leer todo tipo de géneros.

Y ahí Megan aprovecha para defender fervorosamente el carácter universal del amor en el siglo XXI. Subraya que el amor es el amor, dando igual si es mujer y hombre, mujer y mujer, u hombre y hombre.

La autora recalcó que la gente "tiene derecho a enamorarnos de quien nos dé la gana", incluso si son dos hombres y una mujer o dos mujeres y un hombre.

Amor y escapadas

Sobre su nueva novela, Megan explica que Nuestro largo adiós es una historia romántica sobre vivir el día a día. La trama sigue a dos personas que se conocen desde pequeños y se enamoran.

A pesar de los líos, se vuelven a juntar, pero una enfermedad les hace darse cuenta de que tienen que vivir el presente. La novela muestra los problemas generados por familiares "muy chapados a la antigua" por la condición social.

Sandra Miró describe su libro, Solo déjate llevar, como un grito para salir de la zona de confort. La historia trata de una banda de Pop Rock que pierde a su cantante y necesita encontrar a alguien que se atreva a vivir.

"Una llamada a vivir"

Ambas novelas son una "llamada a vivir" y a atreverse. Megan está muy contenta con las reacciones que está recibiendo, muchos lectores le dicen que la obra les hizo ver que tienen que vivir más el momento.

Así le cuentan que reconocen que estaban "desperdiciando el día" y que deben dejar de preocuparse por el futuro, viviendo el ahora. Sandra Miró también está agradecida de que la gente se haya sentido identificada con sus personajes.

A muchos lectores, la novela Solo déjate llevar les ha servido "en cierta manera en algún punto de su vida a dar ese paso" para atreverse a más. Sandra afirma que, con eso, le basta por el trabajo invertido.