Elche

Cuando David Reche firmó con Paco Trigueros para quedarse con Ali i Truc, le faltaban dos días para cumplir los 44 años, la misma edad que tenía la librería. Estamos en agosto de 2021, en plena crisis por la pandemia de Covid, cuando este negocio, tan abonado a la palabra crisis, cambiaba de manos, dejando a su fundador sin su local de toda la vida para ganar a cambio su jubilación para el resto de la suya a los 72 años. "Podía haberme retirado a los 65 pero necesitaba estabilizar el negocio y encontrar a la persona ideal" para sucederle, cuenta a este medio, porque en su mente no estaba cerrar, sino traspasar sí o sí.

Ahora, se acaban de enterar de que la Conselleria de Cultura les ha otorgado el reconocimiento a la librería más destacada de 2023 en toda la Comunidad Valenciana por su amplia trayectoria. "Es curioso porque para este premio te tienes que presentar tú y nosotros no lo hicimos; nos propuso la Fundació FULL - Fundació pel Llibre i la Lectura a la que le estamos muy agradecidos", aclara David. 

Hechas las puntualizaciones, nos adentramos con ellos en un viaje al pasado hasta situarnos en septiembre de 1977. España acababa de votar por primera vez en unas elecciones generales después de la dictadura y, como rememora Paco Trigueros, él leía mucho de política entonces y de otros géneros en general, algo que le une a David, otro ávido lector, como no podía ser de otra forma, además de autor de cuatro libros.

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Con esos aires de cambio y de libertad, este ilicitano abrió su primera pequeña librería, pero no fue donde se le conoce en la actualidad, estaba en la calle Cristóbal Sanz, una de las arterias que da entrada a Carrús, y solo duró allí un año

Porque Paco creía haber encontrado otro local, el que de verdad quería; situado en el mismo enclave que permanece en la actualidad, en el Paseo de les Eres de Santa Lucía, en pleno casco histórico, con el tiempo se le quedaría pequeño, "y eso que me parecía una enormidad". En su sótano presentaron a autoras de la talla de Monserrat Roig, la afamada escritora catalana que fallecería el mismo año que Ali i Truc abrió al lado su actual local, 1991, manteniendo el anterior recinto como un apéndice de lo que sigue siendo en la actualidad. 

Para sus dos plantas "me arriesgué mucho", recuerda ahora Paco. Se había empeñado hasta arriba y la economía no hizo más que bajar... y bajar al calor de la Guerra del Golfo y de la burbuja inmobiliaria que había estallado en Japón y que dejó en España un paro disparado al 25%.   

Sin embargo, Paco supo lidiar la guerra de la recesión y, "tras tres o cuatro años realmente malos", los libros empezaron a dar sus frutos y el negocio prosperó hasta que, tiempo después, otra burbuja inmobiliaria explotó, formando una tormenta perfecta para las librerías tradicionales con la irrupción de internet, el libro electrónico y Amazon: llegaba el año 2008. 

La entrada a Ali i Truc.

Mientras David escucha atento, Paco insiste en que, desde aquel 2008, "cada año vendíamos menos que el anterior, y muy poco, por lo que pensé que lo que me convenía era cerrar por todo el dinero que estaba perdiendo mientras mi riñón se vaciaba". Así estuvo hasta 2016, cuando las ventas empezaron a remontar discretamente. 

Pandemia y traspaso

Ocho años para salir de la penúltima crisis y siete para encontrar a su sucesor. "Yo podría haber engañado a alguien para traspasarle el negocio pero sería una estafa, hasta que no le di estabilidad, no me planteé vender", insiste.  

Entre tanto, él y David ya se conocían, pero nada más. Era un cliente habitual y como lector y escritor tenía una colaboración en una emisora local que Paco siempre escuchaba, avanza. "Ya sabía de sus dotes como persona dinámica", añade el mayor de los dos.

Con todo, resulta que David acababa de presentar su segundo libro en Ali i Truc, su novela infantil 'A Macondo se va en línea recta', "y tanto en esta como en su anterior presentación, había llenado el local y yo no es que pensara en él como primera opción, porque no buscaba a cualquiera...", señala Paco.

Entonces ese mismo día, el día del Sorteo de la Lotería de Navidad del 2020, mientras David firmaba ejemplares de su libro en la librería Ali i Truc, Paco le propuso que firmara algo más para él, el traspaso de la tienda. 

"Estás loco"

A David no le preguntamos ahora si alguien le sugirió que estaba loco por embarcarse en un negocio como el de una librería, sino cuántas veces se lo han preguntado. "Muchas", responde entre risas. "Muchos me dijeron que les daba alegría, otros incluso que sentían orgullo por ser mis amigos, pero todos añadían la advertencia de si lo había meditado bien", explica. Y bueno, como se hace en estos casos, se revisan los números de contabilidad y este ingeniero de Caminos sentencia que "era un riesgo que merecía la pena correr"; "yo le dije que no daba para hacerse rico pero que daba para vivir", apostilla su compañero.

Paco y David posan ante las escaleras que dan acceso al sótano de la librería.

La conversación entra así en el sempiterno debate sobre el futuro de las librerías. "Yo veo que los grandes grupos editoriales siguen sin bajarse del carro, por lo que futuro le verán", responde David. "Hace unos años rompí con fuerza un recorte de prensa de El País de hace 20 años que había guardado cuyo titular decía en grande: 'En 10 años, el libro en papel desaparecerá'", añade Paco. 

Y ¿qué hacía un ingeniero con dotes de escritor comprando una librería a 450 kilómetros de donde vivía? Pues eso, abrirse un camino nuevo a su "quemada vida" como ingeniero en Madrid donde trabajaba para una gran empresa de la que se atrevió a renunciar para emprender su anterior sueño, volver a Elche para iniciar un proyecto turístico en motos scooter. "Todos mis jefes me tenían envidia porque también estaban quemados", pero no se atrevieron.

Pero las dos ruedas encallaron con el estallido de la pandemia (él tenía previsto empezar a rodar en abril de 2020) y tuvo que sopesar si volvía a Madrid a un trabajo que no quería o aguantaba en Elche con sus pocos ahorros. "Es verdad que aquí se echan muchas horas pero sin la sensación de estar trabajando, nada que ver con mi trabaja anterior, no me cambiaba por nada del mundo con mí yo de antes", asevera.

Y la conversación acaba, como no podía ser de otra forma, con estos dos libreros hablando de libros. Les preguntamos por recomendaciones para el verano y estas son sus sugerencias. 

Paco: 'Esperando al diluvio' de Dolores Redondo

David: 'La rebelión de los buenos' de Roberto Santiago

Y así sigue desde 2021 Ali i Truc, con el mismo nombre que le puso Paco en homenaje al juego de cartas el Sarangollo y a las jugadas 'ali' y 'truc', con los mismos empleados que en los últimos tiempos y con el mismo compromiso por el valenciano, como quiso su fundador 46 años después