Alicante

Solo dos años pero mucha voluntad de trabajo para llevar a cabo las ideas en el Instituto Gil-Albert. Así cuenta Pilar Tébar que llega a la dirección de uno de los espacios culturales mejor dotados económicamente en la provincia de Alicante. 

La premura del tiempo marcará las primeras decisiones, ya que se entra a mitad de legislatura. Así lo ha reconocido en la presentación ante los medios que ha realizado este miércoles. "Hay que evaluar las propuestas que sean más fáciles y primero las más rápidas para ganar tiempo", ha indicado.

Con ello quiere remarcar esa voluntad de que el cambio en la dirección sea palpable desde los inicios. Tras el retraso en la resolución del anterior concurso para la dirección del Instituto y la posterior dimisión forzosa de la última responsable, el centro necesitaba de este empujón.

Atrás quedarán ideas como cambiar la imagen corporativa del Gil-Albert que se quiso plantear. "Cualquier cambio de nomenclatura tiene que aprobarse", razona Tébar. Lo que tiene también claro es que "no puede ponerse solo IAC porque lleva a confusión con el Instituto de Arte Contemporáneo de Madrid".

Lo que sí debe asumir como directora es la llegada a un espacio donde el equipo está en su mayor parte ya conformado. La vicepresidenta de la Diputación de Alicante, Julia Parra, ha valorado que "no se renovarán los cargos porque son personas que trabajan muy bien". 

Tébar también ha señalado al respecto que su intención no es "entrar como un elefante en una cacharrería". Cambiar equipos ya en marcha supondría "perder los meses ganados". Y es que ha recalcado su voluntad de "trabajar en equipo" y el conocer cómo funciona la institución por dentro para acelerar esa nueva programación que mencionaba.

Eso sí, aún están pendiente de cubrir ciertas vacantes. Por ejemplo en la nueva subdirección de Fomento de la Lengua y Cultura Popular Valenciana. "Hay que consensuarlo", ha apuntado. Un punto para el que Parra ha hecho público su compromiso de que será la propia Tébar quien "elegirá a las personas". 

El espíritu colaborativo también llevará el Gil-Albert a otros centros. "Mi idea es abrirnos a otras instituciones como el Consorcio de Museos, el MACA o el Mubag", ha afirmado. Una relación que cree "será fácil porque me siento cómoda". De hecho, como comisaria ha colaborado directamente con estas instituciones de una forma u otra.

Esa apertura tendrá otra vía gracias a las redes sociales. Ella misma, ya muy activa en este sentido, considera que "nos abre puertas". Y una de las primeras maneras en que piensa aplicarlas es con las retransmisiones en directo. Más cuando los aforos para los actos presenciales siguen siendo limitados a consecuencia de la pandemia.

"Te pueden seguir desde cualquier lugar", ha subrayado sobre el potencial de las redes, "yo misma he estado en conferencias en cualquier lugar del mundo". Y, como ha proseguido, "casi todos trabajan ya en streaming y en presencial. Eso ha venido para quedarse". Lo que sí quiere evitar es una sobrecarga de eventos, "hay que hacerlo pero con cabeza. Esas redes están para quedarse".

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