Benidorm
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Benidorm es la ciudad del mundo con más rascacielos por habitante y quiere seguir siéndolo. Esta semana ha presentado la que será la torre residencial más alta de Europa, con 230 metros de altura y 64 plantas. Uno de sus responsables, Pablo Serna, confiesa que "me da vértigo la planta 20".

El miedo a las alturas no detiene a los compradores desde luego. En la presentación ya se anunciaba que el piso más alto ya tenía propietario en la venta privada que se había hecho por 2,75 millones. Ahora, con la venta abierta al público, el apartamento más caro cuesta 3,4 millones.

La demanda de suelo en Benidorm no deja de crecer. Y si el alcalde presume de que el plan general de ordenación urbana deja el 61 % del terreno protegido, los constructores saben que la solución está en crecer hacia lo alto. Y ahí es donde Grupo TM Inmobiliario se lanza.

Esta empresa fundada en Torrevieja en 1969 ha invertido en la capital turística de la Comunitat Valenciana 400 millones de euros, como detalla Ángeles Serna, la presidenta del grupo inmobiliario. Su hermano Pablo, el CEO, destaca que "para nosotros implica algo único, es histórico".

Y hacer la TM Tower, como la han bautizado, no es lo que pensaron hacer con este terreno en la codiciada área de poniente menos de año y medio atrás. El plan original era hacer dos torres de veinte alturas. Este salto, como explica Pablo, "es una doble responsabilidad".

Una en la que "la determinación y firmeza de la familia" se apoyan en "un equipo muy bueno de arquitectos, ingenieros y comerciales", como resalta el directivo después de la presentación. Todos ellos afrontan el reto de un edificio que será el quinto más alto de España, contando los de oficinas.

Con este proyecto en particular se alinean aún más con la voluntad de la ciudad. "Sabemos que Benidorm apuesta por este modelo", explica Pablo, "no voy a esconder que alguna vez nos han sugerido, en los años atrás que llevamos, hacer edificios más esbeltos".

Y ahí el responsable de la compañía revela que "algunos técnicos municipales les pareció que eran un poquito anchos" algunas de las propuestas enviadas. De aquel informal "quitar un modulito y subir" se ha llegado a esta propuesta de TM Tower.

Si es bueno para la compañía, asegura que también lo es para el entorno: "Libera mucho espacio abajo y al final es espacio para los propietarios de ese residencial y para los de los alrededores". Como recalca, "esa liberación de espacio favorece a los edificios colindantes y a los traseros".

Eso es lo que define como "la idea de la universalización de vistas: ahora, con un edificio solo, favorecemos más las vistas atrás que si hiciéramos dos". Por eso está seguro de "que algunos lo agradecen".

Pablo Serna, en la presentación de la TM Tower.

Al repasar lo que supone edificar esta nueva torre reconoce que "teníamos un cierto respeto a subir tanto en altura". Uno de los factores que temían estaba en cuál sería la respuesta del público "hay clientes que nos compran a los que les da vértigo las alturas". Y ahí es donde confiesa que "me da vértigo personalmente la planta 20, la planta 30".

Ese temor se ha desvanecido también rápidamente: "Hemos visto la aceptación que ha tenido el proyecto en los primeros días comprando de manera muy igualitaria de la planta 45 a la 60 igual que de la baja a la 15, igual que de la 15 a la 30".