Benidorm es la capital turística de la Comunitat Valenciana y para serlo se ha transformado totalmente. De ser un pueblo de pescadores en los 50 a finalista al premio a ciudad verde en Europa. La televisión pública británica ha contado sus curiosidades en su canal BBC Mundo y los lectores lo valoran: "Marcaron una ruptura con una España cerrada".
Para empezar, la evolución de Benidorm y su relación con el Reino Unido llegó muy pronto. "Benidorm favoreció a los británicos por la orla de dos horas a dos y media de desplazamiento en avión", indicaba a EL ESPAÑOL el catedrático de la UA Fernando Vera.
España suponía para el resto de Europa una gran oportunidad vacacional. Diez años después de que terminara la Segunda Guerra Mundial el país entra en la ONU y con ello se abren lazos comerciales en un país que había vivido una severa posguerra durante el franquismo. Y de ahí, Vera resalta los salarios bajos y el coste reducido de los servicios en general.
Si venían los turistas, se producía un choque de distintas realidades sociales. Y la moda, como recuerdan en la BBC, era un ejemplo. Si lo que se ofrecía era sol y playa, ¿por qué había que cubrirse?
Si el bikini nació en 1946, no sería hasta un par de décadas más tarde que se popularizaría. Pero poco a poco porque en la España de 1951 existía esta orden: "Queda prohibido el uso de prendas de baño indecorosas, exigiendo que cubran el pecho y espalda debidamente".
Al alcalde Pedro Zaragoza, el padre del turismo de masas de Benidorm, no le convencía esa prohibición y en 1952 dictó una ordenanza que permitía su uso en las playas. Aquello provocó la ira en Madrid de dos ministros franquistas, Luis Jiménez y Arias Salgado.
Así que Zaragoza se fue en Vespa a Madrid (casi 500 kilómetros) para convencer a Franco de que la alternativa era permitir que las mujeres llevaran el bikini o la pobreza. Hay hasta película, un cortometraje con Carlos Areces, que recrea cómo pudo ser aquel encuentro.
De esa forma el bikini dio paso al levantamiento de los rascacielos porque Zaragoza es también el alcalde que se convirtió en pionero en la planificación urbanística del turismo que empezó a preparar entre 1953 y 1956.
Y eso es lo que ha hecho a Benidorm tan diferente del resto de ciudades que con la búsqueda de viajeros en los años 60 gracias a que "los edificios no se tapan el sol unos a otros y hay zonas verdes", como recoge el artículo de la BBC al catedrático Josep Ivars, también de la UA.
Eso es lo que hizo que para un censo de 70.000 personas, más de 300.000 en verano, cuente con una de las mayores densidades de rascacielos por habitante del mundo. Eso es lo que, como apuntan, algunos la apoden como BeniYork.
Con todo ese viaje por la historia, son muchos también los que comentan sobre esta publicación que, solo en Instagram, cuenta con más de ocho mil Me Gusta. A partir de ahí, los comentarios se dividen entre los que están a favor del modelo Benidorm y los que no.
"Cada vez que voy me gusta más y más", afirma la cuenta de Ana. Nan, en cambio, lamenta el cambio: "Qué tristeza destruir la naturaleza para construir bloques de concreto". Son solo dos ejemplos del río de comentarios que genera una ciudad paradigma del turismo de masas.
