El que puede ser un día perfecto en la playa más espectacular de la ciudad de Alicante se puede estropear si te hacen un Mortadelo. Así bautiza la Policía Nacional la técnica de evasión que aplican algunos delincuentes para hacerse ilegalmente con las pertenencias ajenas.
¿En qué consiste el Mortadelo? El nombre del popular personaje que creó Francisco Ibáñez se usa precisamente por una de sus características, la capacidad de transformarse con disfraces. En este caso, los ladrones lo que hacen es cambiarse de ropa para dificultar la identificación.
Una joven italiana de 22 años es la última víctima que ha sufrido las consecuencias. Según relata la Policía Nacional, había acudido con sus amigas a la playa del Postiguet y tras volver del baño se encontró que había desaparecido la mochila con todas sus pertenencias.
El refuerzo policial de la operación Verano y la colaboración ciudadana de otros bañistas, testigos de los hechos, ha permitido que se pueda arrestar a dos hombres, de 28 y 22 años de nacionalidad marroquí, como posibles autores de este hurto.
Tras recibir la llamada al 091 de la joven en la que exponía su caso, rápidamente se movilizaron las patrullas de servicio por las inmediaciones. Y mientras unos agentes atendían a la víctima y recababan datos, otros comenzaban las labores de búsqueda de los autores.
Los agentes hablaron con dos testigos que les relataron que habían visto a dos jóvenes merodeando por la toalla de la bañista mientras que ella no estaba y pocos minutos antes de que se diera cuenta de la sustracción.
La huida a lo Mortadelo
Uno de los testigos explicó que había podido ver cómo uno de los jóvenes hacía de parapeto y el otro cogía la mochila de la víctima. Con ella en mano se marcharon apresuradamente de la playa hacia la ciudad y pudieron dar datos concretos sobre la dirección de huida.
Con esos valiosos datos una de las patrullas desplegadas por la zona consiguió localizar a ambos jóvenes a los pocos minutos, ya que se encontraban justo por el lugar de huida indicado.
Así fueron detenidos tras realizar las comprobaciones pertinentes y certificar que se trataba de los autores de los hechos, como presuntos responsables de un delito de hurto.
Ahí es cuando la Policía Nacional aprovecha para recordar cómo operan los delincuentes para que el público esté alerta y pueda evitar esta clase de robos.
De esta forma, los ladrones se hacen pasar por un bañista más y despliegan su toalla cerca del objetivo seleccionado. Así aprovechan que cuando la víctima se dirige a darse un baño, uno de ellos hace de pantalla y vigila alrededor, mientras que el otro sustrae el bien interesado.
Para intentar dificultar la identificación a los otros bañistas, los ladrones se cambian de ropa lo que puede complicar la descripción a los agentes. Y esa técnica es la que el argot policial bautizó como el Mortadelo.