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Alicante se ha salvado de la fuerza de las aguas en, al menos, dos ocasiones gracias a una infraestructura pionera en Europa: el parque inundable de La Marjal. Este viernes el Ayuntamiento y Aguas celebran el décimo aniversario de esta iniciativa que también ha mejorado el entorno medioambiental y el disfrute de los vecinos.

En marzo de 2015 se abrieron estas instalaciones que promovieron ambas entidades. Con él pretendían solucionar las inundaciones en la la playa de San Juan y, al mismo tiempo, crear una nueva zona verde que fomentara la biodiversidad.

¿Y cómo es posible? El parque es capaz de retener hasta 45.000 metros cúbicos caídos en un episodio de lluvias de alta intensidad. Ese caudal almacenado lo va derivando posteriormente a la red de drenaje o a la depuradora.

El espectacular resultado que ha dado esta solución se ha convertido en una referencia de estudio para la Unión Europea, como así se ha visto en el proyecto Naiades que envió a sus expertos para valorar su aplicación en otros territorios.

Aguas de Alicante destaca que con La Marjal se propone una vía totalmente diferente a las tradicionales de depósitos cerrados o canales de evacuación al mar. Una solución que viene de entender el funcionamiento durante siglos de la agricultura.

Las marjales, tan frecuentes en el litoral mediterráneo desde la época árabe en la península, se encargaban de regular el uso de agua para riego en los campos. Y por eso eran habituales en la playa de San Juan antes de su transformación urbanística.

Con un presupuesto de 3,67 millones de euros, la solución destaca por el aprovechamiento del movimiento de tierras, los 65 000 metros cúbicos excavados para crear el cuenco central fueron reutilizados en su mayor parte para crear las laderas laterales.

Esa inversión es la que ha permitido la instalación de nuevas captaciones y colectores con diámetros de hasta 2 000 mm. Ahí también incluyen múltiples equipos como limnímetros, bombas de recirculación, telemando, sondas de ultrasonido para control de algas y sistemas de aireación del agua ornamental para mejora de su calidad, compuertas para control del vaciado, entre otros. 

De esa forma se evitaban los problemas de inundación y daños asociados en la zona urbana anexa. Para ello tienen también sistemas de alerta para aviso de evacuación en caso de entrada de agua con cámaras de control en el colector. 

¿Y qué pasa con el agua?

El llenado del parque se produce lentamente, gracias a su gran superficie. En su nivel máximo de llenado, el agua inunda las zonas de pradera de césped y vegetación que circundan el estanque mayor.

Posteriormente, el agua puede ser reutilizada mediante su bombeo a la depuradora, para su posterior uso como agua de riego.

Desde su inauguración en marzo de 2015 ya se han entrado en funcionamiento en varias ocasiones, destacando las lluvias del 13 de marzo de 2017 con 15 500 m3 de agua recogidos y en la lluvia del 21 de agosto de 2019 con 22 000 m3. Ambos valores son los mayores almacenados por este parque hasta la fecha. En esta década el parque ha almacenado 58 350 m3.

Así lo celebran

Y más allá de esos números y para valorar su importancia, sus responsables extenderán el décimo aniversario a lo largo de 2025 con diferentes actos. El día 24 de marzo tendrá lugar una Mesa Científico-Técnica en el Colegio Provincial de Arquitectos de Alicante conel nombre de las Soluciones basadas en la naturaleza.