Una mañana de verano de 1966, estaba quien esto escribe, bañándose con unos amigos en la gran piscina del Complejo Vistahermosa de Alicante. De repente, un señor con sombrero de paja y andares de Clint Eastwood con un cigarrillo en la comisura de los labios se plantó delante de mí: "Muchacho, tienes que salir de la piscina pues tú no vives en el complejo".

No sirvió de nada que un vecino del complejo me hubiese invitado a comer y antes propusiera un baño en la espectacular piscina.

Días más tarde recibí una llamada de teléfono en la Residencia Alicante, hotel propiedad de la Caja de Ahorros del Sureste de España. Era Pedro Cantó Rubio, el señor con sombrero de paja y andares de Clint Eastwood.

Me pidió disculpas pues no sabía que éramos compañeros de trabajo. "Navarrito", me dijo cariñosamente, "puedes venir a bañarte cuando quieras".

A partir de ahí desarrollamos una gran amistad que se amplió cuando decidí alquilar un apartamento en el complejo y marchar a vivir tres años tras mi matrimonio.

Pedro era hermano de Juan Cantó Rubio, sacerdote, doctor en Teología y párroco de María Madre de la Iglesia, radicada en el Complejo de Vistahermosa y que fue diseñada, como todo el complejo, por el arquitecto Juan Antonio García Solera.

El matrimonio Juan Cantó Sánchez, empresario del transporte y Carmen Rubio Segura, tuvo cuatro hijos: Juan, María del Carmen, Teresa y Pedro. El abuelo de Pedro y su madre eran de Albatera y el padre de Melilla.

Por esa cercanía familiar, Pedro y Juan promocionaron la casa de Melilla en Alicante, así como organizaban viajes a la ciudad española en el continente africano. Suya es la promoción de los autobuses La Melillense en nuestra ciudad.

La amistad del hermano cura con el fundador de la Caja del Sureste, Antonio Ramos Carratalá, fue determinante en la entrada de Pedro en la entidad de ahorro.

Fue director, agente se llamaba entonces, de la oficina del Complejo de Vistahermosa, posteriormente se le destinó a la situada en la calle San Francisco, esquina con Castaños y terminó en la oficina número 48 en la plaza de la Puerta del Mar, que heredó el número de la Caja Infantil situada en la Rambla de Méndez Núñez.

Vivía con su hermana Teresa y con su hermano Juan en la casa familiar de El Rebolledo y le gustaba disfrutar de la vida con sus amigos. Nunca le vi una mala acción y su rostro era de una sonrisa permanente.

Juanito, ¿cómo está tu hermano Paco?, dale muchos recuerdos cuando le veas. Y así lo hacía siempre que nos veíamos.

Este pasado domingo 26 de enero, fallecía Pedro Cantó. Gran persona y gran amigo.