Alicante

En apenas mes y medio, el nuevo concejal del Ayuntamiento de Alicante, Toni Gallego (Alicante, 1975), ha tenido tiempo de pulsar la actualidad del deporte alicantino y sus grandes necesidades, gracias sobre todo a su dilatada experiencia como dirigente de club.

Tras levantar a la Fundación Lucentum de la nada hace más de una década y pilotar en los últimos dos años el proyecto del Grupo Intercity, Gallego, que también dirige la concejalía de Economía y Hacienda, señala la mejora de las infraestructuras deportivas como el gran objetivo de su gestión. Recibe encantado la gestión del Centro de Tecnificación, pide a Enrique Ortiz que muestre sensibilidad con el Hércules y afirma que estará atento al futuro del Rico Pérez.

Usted no era ajeno al día a día del deporte alicantino, aunque desde otro ángulo. ¿Cómo se ha encontrado la concejalía?

Han sido muchos años como dirigente y otros muchos más vinculados al deporte desde dentro. Ahora aún estamos conociendo en profundidad el estado de las infraestructuras que tienen que mejorarse y tratando de planificar a medio plazo (entre dos o tres años).

¿Cuándo podrá el alicantino disfrutar de las mejoras de esas instalaciones?

Los tiempos de la administración pública son más lentos y lo primero es atender a las necesidades más urgentes. En este caso se trata de mantener las instalaciones y actualizarlas, como puede ser el Pitiu Rochel, el pabellón de Babel o del estadio Joaquín Villar. En paralelo a esas actuaciones ya se planifican otras, como el pabellón de Tómbola, por ejemplo. Lo fundamental es realizar un plan estratégico del deporte en Alicante, pensando a medio y largo plazo.

Dentro de unos meses, el Centro de Tecnificación, ahora de titularidad autonómica, pasará a manos municipales. ¿Es una oportunidad o un problema?

Es una oportunidad. Ya sabemos que no es perfecto y que tiene sus cosas, pero ¿cuánto le costaría a la ciudad construir un nuevo pabellón? Sería inviable. Hay que aceptarlo con sus defectos, que los tiene, e intentar actualizarlo y mejorarlo. Su mantenimiento anual será de medio millón de euros al año, mucho menos coste de lo que supondría una inversión en uno nuevo. El Centro de Tecnificación hay que verlo como algo que suma en un área en la que tienes carencias.

Usted es economista, ¿hasta qué punto ve el deporte desde su óptica profesional?

Es que el deporte y la economía son mis dos pasiones y no puedo desprenderme de ninguna de ellas. En este caso soy un afortunado por poder aportar mi granito de arena a mi ciudad en estos dos ámbitos.

Ya ha tenido contacto con la mayoría de los clubes, ¿qué le están transmitiendo?

Tuvimos un primer contacto junto al alcalde, Luis Barcala. Nos exponen sus problemas, sus necesidades, su día a día. Estamos atentos a todo lo que les podamos ayudar. No soy ajeno a su situación, porque no hace tanto sus problemas eran los míos.

Su predecesor, José Luis Berenguer, puso énfasis en valorar a los técnicos de la Concejalía de Deportes, ninguneados por otras administraciones. ¿Qué papel van a tener con usted?

Uno principal, como corresponde a su trayectoria y capacidad. Son magníficos, tienen un conocimiento enorme y saben optimizar los medios al máximo. Son los mejores para recabar la información de los clubes, atender a sus necesidades, apuntar las debilidades… Celia, Núria, Elena, Lidia… Llevo muchos años tratando con ellos y además de grandes personas son excelentes profesionales. El trabajo, en realidad, es de ellos, el político sólo debe dirigir esos esfuerzos.

Hace tiempo que el Ayuntamiento se pone de perfil con la situación del Hércules por aquello de que es una SAD y no se puede intervenir. ¿Mantiene el discurso oficial o tiene otra opinión?

Es que es la verdad, es una SAD y no se puede hacer nada. Yo, antes de jugar al baloncesto, fui jugador en las categorías inferiores del Hércules en la época de Kempes, Sanabria y demás. Y me da una pena y una lástima enorme como alicantino la situación del Hércules. Me gustaría que la propiedad, Enrique Ortiz, tuviera más sensibilidad con la masa social, porque el Hércules es un patrimonio de la ciudad. Entiendo y comprendo la tristeza y el enfado de los aficionados, pero eso no supone que tenga que haber animadversión a otros clubes de la ciudad.

¿Se refiere al Grupo Intercity?

Hay gente que prefiere el mal del prójimo antes que su propio bien. Ser herculano no tiene por qué ser motivo para tener animadversión a otro club, como el Intercity, que también es alicantino y está obteniendo resultados, objetivos e inversiones.

Usted, en alguna ocasión, ha fantaseado con un futuro escenario en el que ve a los principales clubes de la ciudad unidos.

Es que Alicante no es Madrid, Barcelona o Sevilla… No da para tantos equipos en la élite. Yo creo que la unión hace la fuerza y que cuantos más nos unamos, más fuertes seremos, aunque en verdad que los clubes ahora son SAD y que eso depende de sus propietarios.

Antes comentaba que la prioridad de su administración son las infraestructuras y las instalaciones. ¿Cómo se ve desde el Ayuntamiento los movimientos y proyectos del Consell con el Rico Pérez?

Hay un proceso judicial abierto y todo está en el limbo porque ni siquiera el Consell o el IVF tienen la seguridad de qué va a pasar. Cuando se sepa si es público y en qué condiciones, veremos. Además hay un contrato de alquiler. Pero en principio, por ser la instalación que es y su valor, estamos abiertos a cualquier tipo de colaboración.

Por último, ¿cómo lleva eso de ser neutral ante el deporte alicantino cuando su vida ha estado tan vinculada al Lucentum?

Bien, con normalidad. El Lucentum es uno de los equipos más emblemáticos de la ciudad de Alicante y lo seguiremos cuidando como se le ha estado cuidado, pero igual que haremos con otros equipos significativos, como el EÓN Horneo Alicante, Agustinos, Intercity y Hércules, cuya masa social es súper importante, el tenis de mesa o el bádminton. Queremos apoyar al deporte de élite para que los jóvenes tengan en su misma ciudad esos referentes tan necesarios en los que inspirarse.