Alicante

El equipo de Gobierno del popular Luis Barcala en el Ayuntamiento de Alicante espera que hoy, 19 de diciembre, el interventor municipal presente su informe sobre el proyecto de Presupuestos para 2023: unas cuentas que aumentan hasta los 326 millones de euros (12,1 millones más que el ejercicio anterior) pese a las dificultades que impone el aumento de coste de la energía y la inflación.

El bipartito PP-Cs ya ha concluido la primera ronda contactos con la oposición y afirma seguir con la "mano tendida" para obtener el voto que le falta -tiene 14 de 29- para aprobar unas cuentas que vuelven a apostar por la congelación de los tributos municipales, el ajuste del gasto corriente y la protección social a las economías familiares y sectores productivos en riesgo. 

Sin embargo, a las puertas de unos nuevos comicios municipales dentro de cinco meses, ni los partidos a su izquierda (PSOE-Compromís-Unidas Podemos) ni el situado a su derecha (Vox), han dado el sí a los que podrían ser los primeros presupuestos tramitados en tiempo y forma durante años, con la posibilidad de ser aprobados antes de que acabe el actual ejercicio.

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En la segunda ronda de conversaciones el bipartito de centro-derecha negociará con los otros partidos nuevas inversiones financieramente sostenibles a través de los remanentes de Tesorería que podrán ponerse en marcha en unos meses, a partir del mes de marzo. Lo que invalida el argumento de la izquierda de falta de inversiones.

Por un lado, la izquierda reniega de la congelación de impuestos para los alicantinos. El secretario general del PSOE, Miguel Millana, ya acusó al equipo de Gobierno el pasado mes de mayo a Barcala de "quitar" fondos al Ayuntamiento con el objetivo de que las familias puedan tener más dinero en sus bolsillos: "¿Qué puede hacer un alicantino con una buena casa con 200 euros más en sus bolsillos? ¿Irse a cenar con los amigos?".

Tras la primera reunión los socialistas se quejaron de que las cuentas "no abordan la emergencia social que padece la ciudad; hay partidas escasas para la creación de empleo joven, falta de medidas ante incremento del coste de la vida y el desprecio hacia la regeneración urbana o la protección del patrimonio".

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Por su parte, Unidas Podemos se queja de que no haya "una partida presupuestaria suficiente" para el desarrollo de la carrera profesional de los empleados públicos del ayuntamiento, es decir, funcionariado y personal laboral. Toda una contradicción, puesto que el equipo de Barcala ha puesto en marcha la tramitación de este asunto y el Gobierno central (con Unidas Podemos), lo ha recurrido en los tribunales.

Vox, por su parte, sigue anclado en el cálculo electoralista. Si apoya al bipartito se queda sin elementos de crítica para dentro de unos meses. Si rechaza las cuentas, ayuda a la izquierda a hacer oposición el al equipo de Barcala. Por eso, se queja de las medidas de bajada de emisiones previstas en los Presupuestos 

El propio alcalde, consciente de esta situación, aseguró la semana pasada que "si a un lado ni al otro les satisface es que los presupuestos son buenos, que están bien hecho y son lo que Alicante necesita".