Alicante

PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos se opusieron ayer en Alicante a la aprobación de la Ordenanza de Convivencia Cívica que pretende sancionar a las mafias de la mendicidad y la prostitución. Sus 13 votos, no obstante, no fueron suficientes para impedir que la Policía Local tenga una herramienta sancionadora de las conductas incívicas, como desde el tiempo del tripartito.

Sea como fuere y pese al intento de crear un movimiento ciudadano en contra de la normativa incluso apoyándose en instituciones como las Cortes Valencianas donde tienen mayoría, choca con lo que hacen los gobiernos Botánicos en otras ciudades. Sin ir más lejos, en València.

Como ya informado este diario, tanto la ciudad de València como la de Barcelona -donde gobierna la izquierda de Ada Colau junto a Podemos-, tienen ordenanzas similares o incluso más restrictivas. Pero es que las revisiones o actualizaciones propuestas, mantienen las sanciones que ahora se implementarán en Alicante.

València cuenta desde 2013 con una Ordenanza contra la Prostitución que no queda limitada por el texto que ahora quiere aprobar el consistorio del nacionalista Joan Ribó. Este diario ha tenido acceso al borrador de la Ordenanza de Convivencia Cívica que se elaboró el pasado mes de septiembre, donde se dice claramente que la Ordenanza contra la Prostitución se mantiene vigente.

Es la página número 11 del documento. En la exposición de motivos dice nítidamente que esta "ordenanza no puede ser omnicomprensiva, a riesgo de vaciar de contenido otras normas municipales que están en vigor y que son de

aplicación junto a esta ordenanza, como son la (...) ordenanza sobre el ejercicio de la prostitución en la vía pública…". No puede quedar más claro.

En ese sentido, esa ordenanza mantiene en su objeto regular "sobre la

ocupación del espacio público como consecuencia de las actividades de ofrecimiento

y demanda de servicios sexuales". Es decir, tanto al cliente como a quien ofrezca servicios sexuales en la vía pública.

"Se prohíbe ofrecer, solicitar, negociar y/o aceptar, directa o indirectamente, servicios sexuales retribuidos en el espacio público cuando estas prácticas supongan excluir o limitar la compatibilidad de los diferentes usos del espacio público", agrega para dar más énfasis.

Así las cosas, quien peor salió del pleno es el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, que ha propuesto que se retire la ordenanza de Alicante y que se presente la de València en Alicante. Pese a que ambas tienen el mismo régimen sancionador. pero también socialistas y podemitas quedaron retratados.

Hipocresía en las Cortes

Pese a todas estas pruebas de que la Ordenanza de Alicante es similar a la de los gobierno Botánicos, PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos han utilizado las Cortes Valencianas para hacer oposición al equipo de Gobierno municipal de Alicante (PP-Cs) que preside Luis Barcala.

Hasta tal punto, que han llegado a asegurar que supone "volver a la ley de vagos y maleantes" franquista. Concretamente ha sido el portavoz socialista, Manuel Mata, quien ha advertido que es una medida "vergonzosa y aporofóbica" y ha acusado al bipartito de Alicante de querer volver a "la ley de vagos y maleantes del franquismo". "Esto hay que pararlo (...) No podemos criminalizar a las personas más vulnerables",

Desde Compromís, Papi Robles, ha rechazado la comparación del PP con la ordenanza que se proyecta en València diciendo que solo hay "una palabra coincidente". Así, ha obviado que su borrador contempla mantener la ordenanza de 2013 tal y como está.

Estefania Blanes, de Unidas Podemos, por su parte, ha subrayado su rechazo a "la ordenanza de la vergüenza de Alicante" y ha alertado que "se pretende sancionar la mendicidad y la prostitución en lugar de aportar soluciones".

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