Un violento ladrón que atracó a punta de pistola dos robos en un supermercado de Santa Pola tras llevarse las joyas de una clienta y el dinero de la caja.
Durante el atraco, el detenido, de nacionalidad argentina, se abalanzó sobre una clienta que estaba esperando su turno para pagar en caja y le arrancó con violencia un cordón y un colgante de oro, provocándole lesiones.
El sospechoso accedió al establecimiento ocultando su rostro con gorra y gafas de sol, comportándose como un cliente más pagando por un paquete de salchichón en la caja para no llamar la atención.
La Guardia Civil explica que, seguidamente, extrajo un arma corta que llevaba oculta en la parte delantera del pantalón y apuntó a la cajera, exigiéndole que le diera el dinero de la caja.
A pesar de que la trabajadora logró accionar en tres ocasiones el botón de alarma antirrobo pero no pudo evitar que el atracador huyera del local con el botín.
La investigación del instituto armado y la colaboración ciudadana permitieron identificar al sospechoso, que vivía en una vivienda abandonada y que contaba con antecedentes por delitos contra el patrimonio.
Finalmente fue detenido en su vivienda y se pudieron recuperar las joyas de la víctima que el atracador había vendido en un establecimiento de compra-venta de Santa Pola, obteniendo por ellas 313 euros.
El ladrón trató de deshacerse del arma y de parte de la ropa que usó en el atraco, pero fueron halladas por un senderista en la sierra de Santa Pola.
El detenido, junto con los efectos intervenidos, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción del Partido Judicial de Elche, que decretó su ingreso en prisión provisional comunicada sin fianza.
La Guardia Civil continúa indagando para comprobar si el detenido podría estar implicado en otros hechos delictivos similares en la comarca.
8.000 en productos
Por otra parte, el pasado mes de marzo la Guardia Civil detuvo a un grupo compuesto por cinco personas dedicadas a robar en supermercados.
Los arrestados actuaban en diversos establecimientos de una conocida cadena de supermercados en las provincias de Alicante y Murcia. El valor total de los productos sustraídos ascendía a más de 8.000 euros.
En todos los casos la forma de actuar era la misma: tres o cuatro personas ingresaban al establecimiento y una de ellas llenaba un carro.
En él metía productos de valor como embutidos, bebidas alcohólicas, conservas o aceite de oliva virgen extra. Mientras tanto, otro distraía a los empleados y el último abandonaba rápidamente el supermercado sin pagar.
