No hace falta viajar lejos de Alicante para ver ballenas. Pese a que las ideas de ballena y Alicante pueden chocar en un primer momento, es posible avistar estos grandes cetáceos en puntos estratégicos como el Cabo de San Antonio de Dénia.
El buzo alicantino José Carlos Galens (@jc.sub) conoce bien los lugares donde probar suerte. Indica que "no solo hay peces pequeños en Alicante, sino que hay ballenas que se dirigen hacia el Estrecho de Gibraltar y que pasan por la costa de Alicante durante su migración entre primavera y verano".
En concreto, explica que se tratan de ballenas rorcuales, la segunda especie de ballena más grande del mundo, solo superada por el rorcual azul (ballena azul).
Suelen nadar en aguas profundas en grupos de seis a diez individuos y cada ejemplar puede llegar a medir 24 metros y a pesar más de 80 toneladas. El avistamiento de estos cetáceos suele realizarse en salidas en grupo, aunque en ocasiones los turistas tienen la posibilidad de observarlos desde tierra firme.
"La gente no saba que la zona del Cabo de San Antonio es el único lugar para verlas. Es una reserva marina y es espectacular para hacer snorkel, y si tienes suerte puedes ver a las ballenas salir a respirar. Pasan muy cerca, aproximadamente a 1 kilómetro de distancia y se pueden ver desde la playa".
Si bien recuerda que "la gente no debe ponerse a perseguirlos, porque está prohibido nadar con estos animales". Así, señala que también hay "un problema muy grande aquí en Alicante con embarcaciones y motos acuáticas por el desconocimiento".
Por otro lado, también se puede observar el delfín mular. A pesar de que el Cabo de San Antonio es el lugar donde más avistamientos se producen, existen otras zonas de especial interés donde también es común verlos nadar.
Los visitantes tienen la posibilidad de desplazarse hasta Torrevieja, el Parque Natural de Serra Gelada en Benidorm o a Las Reservas Marinas de La Isla de Tabarca y de Las Islas Columbretes.
"El delfín mular es una de las especies de delfín más comunes en todo el mundo. Son famosos por su gran inteligencia, su naturaleza curiosa y sociable, lo que provoca que en muchas ocasiones interactúen con los humanos", explican desde Turisme Comunitat Valenciana.
"Es común verlos seguir los surcos de las olas provocadas por los barcos o nadar en grandes grupos de entre 10 y 12 ejemplares. Se trata de animales de gran belleza, pesan alrededor de 100 a 300 kg y pueden llegar a nadar a unos 35 km/h", apuntan desde Turisme.