Alicante

La provincia de Alicante está repleta de pueblos y lugares espectaculares y con mucho encanto. Desde Guadalest que lo nombran cada año entre los pueblos más bonitos de España, nuestra provincia es sin duda uno de los rincones con más belleza del país. Ya sean paseos por el casco antiguo de Altea, por el Palmeral de Elche o visitas al Castillo de Santa Bárbara, así como aventurarse en las numerosas rutas de senderismo por nuestra naturaleza, Alicante es el lugar idóneo para quedarse anonadado por su belleza natural y sus múltiples encantos.

Nuestra provincia nunca deja de sorprendernos, y es que hasta las personas autóctonas siguen descubriendo cada día lugares y curiosidades sobre su historia. Con un poco más de 5.000 habitantes, Polop de La Marina es uno de esos pueblos que dejan constancia de la belleza y el encanto que tiene Alicante.

Situada a 47 kilómetros de la capital provincial, Polop de la Marina es un pueblo con mucha historia cuyas calles y alrededores conforman un espacio ideal para realizar una escapada y descubrir esta localidad. Si todavía no tienes planes para el Día del Padre, descubrir los encantos de esta pequeña localidad puede ser un acierto.

Historia del pueblo

Según informa el propio Ayuntamiento de la localidad, sus orígenes se remontan a la cultura ibera, como atestiguan los restos hallados en su territorio. A lo largo de su historia, Polop ha destacado por la posición estratégica como enclave militar gracias al castillo que coronaba el cerro.

Conquistados los territorios del Reino de Valencia, y establecidas los límites en el tratado de Almizra, Polop quedó entre las posesiones del rey Conquistador quien, en 1268, lo cedió a doña Berenguela Alfonso, señora que, al morir sin descendencia, dejó sus tierras en posesión de la Corona nuevamente. 

En 1290, Alfonso cedió al caballero Bernardo de Sarriá los castillos de "las montañas", entre los que se encontraba el de Polop. Este caballero, que tampoco tuvo descendencia legítima, legó sus posesiones al infante don Pedro de quien, por herencia, pasarían en 1355 a su hijo el infante don Alfonso de Aragón y Foix, primer conde de Dénia. Juan de Aragón, conde de Dénia y Duque de Gandia, hereda las posesiones y cede el castillo de Polop a Ruy Díaz de Mendoza.

Ya en el siglo XVI, los moriscos que habitaban la villa, ante el asedio de los agermanados, se refugiaron en el castillo (cuyos restos se pueden visitar en la actualidad), muriendo muchos de ellos en manos de los insurrectos al finalizar la revuelta. El decreto de expulsión de 1609 provocó un notable vacío demográfico al perder más de dos tercios de su población. La pérdida de población continúa hasta el año 60 de nuestro siglo en que se censaron 1.286 habitantes. A partir de esa fecha se inicia una lenta recuperación que ha llevado a los 5.339 habitantes del censo de 2023.

Qué hacer y ver en Polop de la Marina

Aparte de estar rodeado de naturaleza y ofrecer varias rutas de senderismo como la subida al Monte Ponotx que alcanza hasta los 1.183 metros de altura, este pueblo ofrece rincones con mucho encanto e historia.

La casa-museo de Gabriel Miró

Uno de los lugares a visitar es la antigua Casa del Xorro, de finales del siglo XIX, que alberga la Casa Museo del famoso escritor del siglo XX, Gabriel Miró. Un espacio que recrea la pasión del escritor alicantino por la población de Polop, lugar donde pasó largas estancias en la ciudad y que reflejó en su obra Años y leguas.

Otra visita imprescindible es su emblemático Castillo. Se trata de una fortaleza de origen medieval que se alza sobre un cerro desde el que domina la localidad, en la zona conocida como Cementerio Viejo.

La emblemática fuente de Polop.

De camino al Castillo, puedes recorrer las hermosas calles de su centro histórico. Una opción muy buena es empezar el trayecto por la plaza de los Chorros, donde te encontrarás con una impresionante fuente formada por 221 caños. Por el camino también pasarás por lugares como la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol o la Plaza de la Purísima.

Para culminar la visita a esta localidad, puedes invitar a tu padre a comer en alguno de los restaurantes tradicionales, como el restaurante Ca l'Àngels, conocido ofrecer platos típicos de la provincia con productos naturales y locales.