Alicante

La preocupación de la DGT por la siniestralidad entre los motoristas no coincide con las inversiones del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (Mitma) en una de las provincias cuyo clima, como sucede en Alicante, hace que la moto no sólo sea un medio de transporte sino también una afición e incluso un particular tipo de turismo. Y es que en los últimos tres años el Gobierno sólo ha instalado sistemas de seguridad para motoristas en sus carreteras de la provincia en menos de dos kilómetros: 1.829 metros.

Así se comprueba en una respuesta parlamentaria del Gobierno al senador del PP, Agustín Almodóbar, sobre "todas las actuaciones e inversiones del Gobierno en las carreteras de la provincia de Alicante con el objetivo de mejorar las seguridad en los motoristas".

En la respuesta, el Mitma expone que ha instalado estos sistemas en cuatro tramos de la N-332 durante 2022, en cuatro tramos de la AP-7 y dos de la A-7 también durante el mismo año, y en tres tramos de la N-338 durante 2021. Ninguno nuevo en el año 2023 y con una longitud total de menos de dos kilómetros.

[Todos los detalles sobre el nuevo curso obligatorio de la DGT para conducir motos de 125 cc]

La pregunta se formuló en el contexto de la preocupación por el aumento de siniestros de este tipo de vehículos. No en vano, el pasado 4 de enero, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, comparecieron para presentar el balance provisional de los siniestros registrados en las carreteras españolas durante el pasado año.

Hablaron de 1.048 siniestros mortales en los que fallecieron 1.145 personas, tres menos que en 2022, y otras 4.495 personas sufrieron heridas que requirieron su ingreso hospitalario.

"El colectivo de motorista es uno de los que más preocupa al Ministerio del Interior", explicaron sus responsables, motivo por el cual se preparan "varias medidas para intentar reducir la siniestralidad de este colectivo": actualización del contenido de los cursos de recuperación de puntos; establecimiento de un curso obligatorio para los conductores del permiso B con tres años de antigüedad que quieran conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos, y el uso obligatorio del casco integral o modular y los guantes homologados a los motoristas en carretera.

[¿Qué precio tendrán los cursos obligatorios para motos de 125? Lo que cuestan en Francia]

La propia revista de la DGT publicaba el pasado 18 de diciembre que "en España las motocicletas representan el 11% de sus vehículos, pero sus usuarios alcanzan el 23% del total de fallecidos" en un artículo titulado: Motoristas: cambiar los números.

En este texto se explicaba que "el problema es que el número de motoristas fallecidos se mantiene entre el 22% y el 30% del total desde hace casi una década. En 2022 en España el 11% del parque móvil eran motocicletas, pero el 23% de los fallecidos eran usuarios de este vehículo. Además, se prevé que el crecimiento de las motos se situará este 2023 entre el 12% y el 15%, y la demanda crece más que la de otros vehículos”.

En el artículo no se comentaba nada en concreto acerca de los sistemas de seguridad para motoristas de las carreteras, poniendo todo el foco de atención en el propio usuario. Así, se podía leer:  "¿cómo evitar un aumento proporcional de los siniestros? La respuesta es unánime: Formación, equipamiento adecuado, motocicletas a punto, diseño seguro de las infraestructuras y aplicar las políticas correctas. Todo junto al respeto de las normas de tráfico, la reducción de la velocidad y el destierro de alcohol y drogas".