Alicante

La reciente amenaza hace tan solo tres años del coronavirus y el miedo provocado por la llegada de los primeros casos de ébola a España en 2014 alertaron a la sociedad sobre los riesgos biológicos. Para actuar ante estos peligros, la Guardia Civil cuenta con el grupo especial NRBQ, formado por agentes especialistas en detectar y neutralizar alarmas nucleares radiactivas, biológicas y químicas.

Con una demostración en el Puerto de Alicante de cómo se debe actuar ante la llegada de una enfermedad infectocontagiosa, la sección del instituto armado ha concluido la formación de 30 nuevos agentes de las comandancias de Alicante, Murcia, Albacete y Castellón. Las nuevas incorporaciones se unen a un equipo de 2.500 efectivos repartidos por a lo largo del territorio nacional.

Equipados con EPI de nivel 3, trajes reservados para ocasiones donde existe peligro mortal o riesgo grave e irreversible de daño, y máscaras polivalentes, los alumnos han escenificado una de estas situaciones. El simulacro ha consistido en atender a tres personas con síntomas infecciosos, a los que los agentes han examinado y trasladado en ambulancia hospitalizada, descontaminando sus uniformes en último momento.

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La instrucción coincide la misma semana de la celebración de la patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, el próximo 12 de octubre, fecha del Día de la Hispanidad. El coronel José Hernández, jefe de la comandancia de Alicante explica que los procedimientos exigen "una formación teórica y otra práctica que es fundamental para cuando haya algún ejercicio real".

El coronel señala la importancia de que los agentes de seguridad ciudadana que están a pie de calle conozcan estas técnicas para "ser capaces de llegar en poco tiempo a cualquier parte de la provincia de Alicante con las técnicas y los materiales necesarios".

Entre las situaciones de riesgo en las que pueden intervenir los especialistas se encuentran sucesos que tengan que ver con elementos que supongan una amenaza nuclear, radiológica, biológica o química. "Actuaron en el inicio del covid, en un momento en el que había que descontaminar algo desconocido, pero, afortunadamente, se reducen muchas veces a nubes tóxicas de vertederos donde se ha depositado un producto químico", reconoce.

Para el comandante Ricardo Caro, jefe del Centro Operativo NRBQ (Nuclear, Radiológica, Bacteriológica y Química) de la Guardia Civil en España, "cualquier momento en una intervención NRBQ es peligroso, pero lo más delicado es cuando estamos más cerca de la zona caliente donde está el incidente".

Cuatro alertas en 2023

Aunque parezca situaciones poco comunes en el día a día, el comandante expresa que estos casos pueden ocurrir en las propias viviendas. "En casa todo el mundo tiene lejía y amoniaco, y si esos dos productos se mezclan se genera un producto tóxico", advierte Caro.

En lo que va de 2023 han ocurrido cuatro incidentes que han requerido de la intervención de NRBQ . "En uno de ellos fallecieron dos personas en una granja y una persona quedó bastante mal por un producto fitotóxico que, al mezclarse con el agua, formó fosgeno, una sustancia muy delicada", detalla Caro. Otro caso destacado tuvo lugar en la embajada de Estados Unidos, a donde el grupo especial acudió para examinar un polvo sospechoso que resultó ser una falsa alarma.

"Mucha gente se pregunta si habrá algún día una amenaza, la Guardia Civil se pregunta cuándo y dónde será", asegura el comandante, quien indica que esto es así "porque si nos lo preguntamos quiere decir que estaremos preparados para que intervenir cuando suceda".