Alicante

De ser secuestrados en un maletero de un coche en junio de 2022 a ser investigados como presuntos autores de una estafa relacionada con criptomonedas a numerosas personas. Una pareja de nacionalidad rusa, P. S. y A. B., está en el punto de mira de la Policía Nacional por supuestamente orquestar una red con la que han estafado varios millones de euros a ciudadanos tanto españoles como compatriotas rusos que habrían confiado en ellos para invertir su dinero en activos digitales a cambio de una pequeña comisión.

Precisamente una de sus víctimas sería el autor intelectual del secuestro que sufrieron. De nombre Carlos Garrido, si bien negó estar detrás del rapto (en el que participaron un total de 7 personas, incluido dos falsos policías), aseguró que esta pareja les debía 2 millones de euros que se habrían quedado tras convencerlo para invertir en criptomonedas; fruto de la desesperación, se habría producido la detención ilegal con el objetivo de obtener las claves digitales para realizar la transferencia del dinero que considera suyo.  

Otras de las supuestas víctimas de esta pareja son dos chicas, también rusas, que habrían confiado en ellos para poder sacar su dinero de Rusia ante el bloqueo de sus cuentas bancarias que han venido sufriendo los ciudadanos de aquel país desde la imposición de sanciones por invadir Ucrania, dejándoles sin la posibilidad de obtener liquidez desde España, como venían haciendo. Una de ellas, con las que ha podido hablar este medio, ha logrado reabrir el caso judicial (cerrado en un principio) después de que supuestamente les estafaran unos 100.000 euros; y la otra espera seguir sus pasos pronto tras perder 350.000 euros.

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Según una de las denuncias en la comisaría de Distrito Alicante Norte de Alicante, una de estas mujeres hizo una transferencia baja, de unos 7.000 euros, de la que al poco tiempo recibió en mano 6.500 euros (los 500 restantes eran de la comisión), pero al necesitar más dinero para subsistir en Alicante, y viendo que la transacción funcionaba correctamente, se interesó por otras opciones. Los supuestos estafadores le dijeron que podía transferir el dinero a un ciudadano ruso quien a su vez lo transfería a una app de criptomonedas.

Ella dijo que sí y les transfirió 100.000 euros, de los que 1.000 se quedaron en concepto de comisión, con la tranquilidad de que veía que su dinero seguía estando en la aplicación móvil. Después llegaría el gran salto en la estafa, invitarla a que ese dinero que estaba en la app lo invirtiera en criptomonedas con la promesa inicial de un beneficio mensual del 8%. Como al principio, parecía que se cumplía la promesa, y de hecho pudo retirar unos 35.000 euros, pero cuando quiso retirar todos los fondos, los estafadores dejaron de dar señales y llegaron las alarmas. 

Por estos hechos, el Juzgado de Instrucción número 7 de Alicante ha citado a declarar como investigados tanto a P. S. como a A. B., junto con un tercer sospechoso, hermano de la segunda, el próximo 18 de octubre. Sobre ellos podría pesar el delito continuado de estafa, apropiación indebida y blanqueo de capitales si atendemos al extenso informe policial al que ha podido acceder este medio.

Sin embargo, avanza una de las supuestas víctimas, P. S. permanece huido de España "y no sabemos dónde está" después de que la Policía le citara para aportar su versión sobre una denuncia que le señalaba a él como uno de los autores de una gran estafa.

Los agentes encargados del caso creen que en enero llegó a Lisboa para esconderse en São Paulo (Brasil). Su pareja, en cambio, seguía en Alicante junto con su hijo hasta hace poco aunque todo podría haber cambiado ya que este pasado viernes la magistrada que lleva el caso ha ordenado a la Policía Judicial que averigüe dónde están estas dos personas ya que desde su imputación no han dado señales y esperan que acudan a la citación; en caso contrario, podría pesar sobre ellos una orden internacional de búsqueda y captura.  

Con todo, una de las denunciantes se lamenta de que en marzo ya pidió al juzgado la retención de saldos, embargos de cuentas y embargos preventivos urgentes de sus bienes, sin éxito. Finalmente, A. B. logró vender una vivienda este verano en PAU 5 por 385.000 euros, por lo que "las actuaciones judiciales ya llegan tarde" e intenta lo mismo con dos coches de alta gama.

Y todo, pese a que el Grupo de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción (UDEF) de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Alicante alertaba al juzgado de instrucción en abril que "los investigados están tratando de vender sus bienes en España para acto seguido abandonar el país y eludir la acción de la justicia"

Una de las que dicen ser víctimas estima que son unas treinta las personas estafadas por esta red, pero ¿por qué no han denunciado todos como han hecho estas mujeres? "Porque seguramente no tenían su dinero declarado de forma legal, por lo que no pueden denunciar que les han robado dinero negro", asumen, "no como nuestros casos, que lo tenemos todo legal en España", aseguran. 

Violencia de género

El hermano de A. B., que responde a las iniciales D. S., fue denunciado por su pareja, quien aseguró a los agentes que le agredió y amenazó con matar tras negarse a que D. S. usara sus tarjetas bancarias para mover el dinero de la estafa en operaciones de criptoactivos. 

En febrero de este año, vendió el coche que estaba a su nombre y pocos días después marchó fuera de España a través del aeropuerto de Valencia, perdiéndose la pista, reconocen fuentes policiales en el informe. 

Ahora, todas estas piezas las tratará de ordenar la Justicia con o sin la colaboración de las personas investigadas en este caso de ida y vuelta.