Alicante

La Audiencia de Alicante ha condenado a un hombre, de 63 años, a cuatro años de prisión por abusar de su sobrino-nieto, de 12 años, tras convencerle para que le acompañase a su domicilio con la promesa de regalarle una bicicleta. El hombre padece un trastorno esquizofrénico de tipo paranoide, lo que habría provocado que en el momento de los hechos actuase "con disminución, que no anulación, de sus facultades".

La sentencia recoge que los abusos tuvieron lugar el 30 de junio de 2022 en el domicilio del acusado, después de que el hombre convenciera tanto a la hermana de la víctima, de 16 años, como a la víctima, en ese momento de 12, para que subieran a su casa con la promesa de obsequiar a su sobrino.

Una vez en la casa, la hermana de la víctima y su novio se quedaron en el salón, mientras que el procesado dirigió a su sobrino hasta el dormitorio, tras lo que cerró la puerta con llave, puso música y empujó al menor sobre la cama para comenzar a besarlo y a tocarle los genitales.

[Detenido un religioso de Valencia que aprovechaba su condición para abusar de menores durante años]

Según la sentencia, acto seguido le obligó a practicarle una felación y, de inmediato, le tapó la boca con una toalla y lo violó.

La hermana del menor se percató del tiempo que el procesado y la víctima permanecían en el dormitorio y llamó a la puerta hasta que consiguió que ambos salieran, lo que permitió que abandonasen el domicilio y que, después de contar lo sucedido a sus padres, se interpusiera la denuncia.

La sentencia detalla que los informes médicos aportados en el proceso reflejan que el acusado padecía un trastorno esquizofrénico paranoide de fase residual lo que habría provocado que, en el momento de los hechos, actuase "con disminución, que no anulación, de sus facultades intelictivas y volitivas".

Además, el procesado admitió los hechos en el acto del juicio, lo que, unido a la declaración del menor, condujo al tribunal a considerarle culpable de un delito de abusos sexuales sobre menor de 16 años, por lo que se le ha impuesto una pena de cuatro años de prisión tras aplicar la eximente incompleta de enfermedad mental.

Al tiempo, el tribunal establece la medida de alejamiento a una distancia mínima de 500 metros respecto a la víctima por un tiempo de nueve años, además de otros 9 años de libertad vigilada, y añade que el condenado deberá indemnizar a la víctima con 30.000 euros por los daños morales ocasionados.