Alicante

La Guardia Civil de Alicante investiga la muerte violenta de una mujer, española de unos 75 años, que ha fallecido en la madrugada de este miércoles en un domicilio del casco urbano de Guardamar del Segura.

Fuentes de la investigación han informado a EFE de que en la vivienda también estaba un hijo de la víctima mortal, de 51 años, quien ha dado la voz de alarma en torno a las 6 horas y quien ha sido trasladado al hospital de Torrevieja porque presentaba varias contusiones en el cuerpo, de carácter leve.

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Los agentes investigan qué ha ocurrido en el interior del domicilio, situado en la calle Lepanto de Guardamar, ya que la llamada del hijo aseguraba que ambos habían sido víctimas de un robo por parte de tres o cuatro individuos pero no está confirmada esta situación, según las fuentes consultadas por EFE.

La Guardia Civil sigue en el lugar de los hechos recabando pruebas para tratar de aclarar lo sucedido.

Condenada en Valencia

Por otra parte, este martes un tribunal del jurado ha declarado culpable de asesinato a la mujer acusada de matar a su marido, que padecía una enfermedad degenerativa y no podía valerse por sí mismo, enterrarlo en un terreno en Godelleta (Valencia) y fingir su desaparición voluntaria.

Tras escuchar el veredicto, dictado por unanimidad en la mayoría de hechos sometidos a la consulta del jurado, tanto el fiscal como la acusación particular han solicitado que la mujer sea condenada a prisión permanente revisable como responsable de un delito de asesinato de una persona especialmente vulnerable, con la agravante de parentesco.

Además, han reclamado una indemnización de 125.000 y 155.000 para los dos hijos de la víctima.

La acusada había alegado que ayudó a su marido a suicidarse, y que al no lograrlo con pastillas, trató de asfixiarlo con butano y luego lo estranguló. La defensa ha anunciado que recurrirá la sentencia.

El jurado popular ha considerado que esta mujer dio muerte de forma intencionada a su marido, y ha pedido que no se le aplique ningún beneficio posible a su condena y que tampoco se proponga su indulto, tal y como había solicitado la defensa.

El fallecido, que fue asesinado el 1 de diciembre de 2019, se había casado con la acusada en 2017 y, en el momento de su fallecimiento tenía reconocida una discapacidad del 79 %, y una enfermedad, ataxia cerebelosa, que estaba en estado "muy avanzado".

La mujer alquiló una parcela en Godelleta, donde llevó a su marido, al que había dormido tras darle un somnífero asegurándole que era una pastilla para el dolor, el 1 de diciembre de 2019.

Asimismo, mandó excavar una fosa en el terreno y, el día de los hechos, hizo que le acompañara su hijo, entonces menor de edad, a quien hizo creer que estaba cumpliendo la voluntad del marido y ayudándole a morir sin dolor.

Una vez en la parcela, dejó al hombre dormido dentro del coche y abrió la espita de una bombona de butano, pero tras comprobar que seguía con vida, cogió un cordón de las zapatillas del menor y lo estranguló con ellas, a pesar de la resistencia que ofreció el hombre.