Alicante

Repostar más barato es el principal motivo de los consumidores para hacerse con un coche diésel, usualmente más caros. La inversión amortiza a medio plazo, especialmente aquellos usuarios que tengan que coger su vehículo con asiduidad. Sin embargo, el diésel ha dejado de venderse a un precio más bajo que la gasolina de 95 octanos en algunos puntos de España, algo que se ha notado especialmente en lugares concretos como la provincia de Alicante. 

Un vistazo rápido a cualquier página que compare precios de combustible en las gasolineras refleja esta realidad. Aproximadamente la mitad de las gasolineras en grandes zonas urbanas tienen el gasoil más caro que la gasolina. Incluso algunas de las consideradas 'low cost' lo ponen al mismo precio. No se trata, además, de una anécdota: en una gasolinera del centro de Benidorm la diferencia de precio entre ambas era de casi 10 céntimos el litro durante la mañana del lunes. 

¿A qué se debe? Por un lado, están los factores coyunturales comunes a toda España y que hacen que el diésel suba más rápido que la gasolina. Uno de ellos es la escasez: en España hay más vehículos que consumen este tipo de combustible que gasolina, por lo que es más demandado en las estaciones de servicio. 

Y aquí entra la idiosincrasia de la provincia, y que explica la tendencia sea especialmente pronunciada de Alicante: el gasoil se trae directamente por carretera de Cartagena, de la zona de Valle de Escombreras. Y el paro del transporte -y, en particular, los piquetes- ha puesto en jaque a este sector concreto, hasta el punto de que la propia el presidente de la Asociación de Empresas de Estaciones de Servicio de la Región, José Baños, ha reconocido los problemas de suministro que también afectan al sur de la Comunidad Valenciana. 

Ante esta situación, lo que se hace es utilizar el oleoducto Cartagena-Alicante, algo que ha encarecido el precio de un combustible. Así que se han juntado tres factores: la subida generalizada experimentada en las últimas semanas, la alta demanda y, además, la necesidad de utilizar medios más caros para transportarlo. 

Sin llegar a niveles de 2019

Según el último informe del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca=, la provincia de Alicante ha comenzado el año 2022 con un consumo de 58.955 Toneladas de carburante (en la comparativa se incluye la suma de gasolina 95 con gasóleo A).

Según las mismas fuentes, esta cifra supera el dato del año pasado, pero todavía queda lejos de los valores prepandemia. En concreto, es un 15,4% inferior al dato que se registró en el año 2019.

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