Alicante

El bombardeo del mercado de Alicante por parte de la aviación fascista italiana tuvo más víctimas que el de Guernica, pero "no contó con una obra como la de Picasso para denunciar lo ocurrido, inmortalizar el sufrimiento de sus víctimas y elevarlo a la categoría de símbolo de la barbarie".

Esta es la conclusión de los historiadores y periodistas Israel Viana y Manuel P. Villatoro en su libro “Historia de la Guerra Civil sin mitos ni tópicos" (Penguin Random House).

Los dos investigadores han explicado en una entrevista con Efe que, a pesar de que tuvo más muertos que ningún otro bombardeo de la guerra (entre 236 y 313, según las fuentes), tanto los franquistas como los republicanos apenas hablaron de lo ocurrido en Alicante el 28 de mayo de 1938.

Para Israel Viana el propósito del libro ha sido “sacar a la luz las historias de la Guerra Civil que todavía no se conocían o sobre las que los grandes manuales de historia habían pasado de puntillas, algunas de las cuales, por cierto, fueron claves para el desarrollo del conflicto”.

Pese a la amplia bibliografía existente y después de “varios años buscando en los sitios más inesperados, hemos encontrado bastantes”, añade.

También hablaron con los últimos supervivientes de episodios tan importantes como la “desbandá” en Málaga (el bombardeo por parte de los sublevados a las personas que escapaban de Málaga hacia Almería) a los que nunca se había entrevistado.

El libro cuenta con otros “recuerdos dolorosos, como los hijos del médico personal de Franco o los del anarquista que estuvo a dos metros de asesinar al futuro dictador cuatro días antes del comienzo de la guerra”.

Mil y un mitos

Los mitos de la Guerra Civil, según los autores, "son mil y uno". "El más extendido es el que afirma que la Guerra Civil comenzó el 18 de julio, cuando la realidad es que una unidad de Marruecos se adelantó dos jornadas a la fecha programada”.

Otros serían “la idealización de la República, cuando fue un régimen que decretó leyes en contra de la libertad de expresión, o que no hubo hambrunas durante el franquismo”.

Según Israel Viana, la muerte de Durruti es el mayor enigma de la Guerra Civil porque desde que el líder anarquista murió en el frente de Ciudad Universitaria, el 19 de noviembre de 1936, ninguna de las hipótesis que han barajado los principales investigadores se ha confirmado.

“Ni la oficial de los republicanos, que señalaron que el autor fue un franquista al que jamás pudieron identificar; ni la que sugirió que fue ejecutado por sus propios compañeros anarquistas, que todavía hoy defiende su propia familia, ni la rocambolesca e inexplicable teoría de que fue víctima de un accidente con su propia arma”, asegura.

Para Villatoro, “que ninguno de los dos bandos haya querido averiguarlo es extraño y sorprendente, sobre todo si tenemos en cuenta que su fama era ya internacional y que su pérdida conmocionó al país y dejó huérfano al anarquismo español, y solo hay que ver las imágenes de su entierro en Barcelona, al que acudió más de medio millón de personas”.

Entre los 70 episodios del libro, Israel Viana menciona el contrato del famoso periodista republicano Diego San José, para escribir las memorias del fundador de la legión, Millán Astray, que le salvó la vida tras ser condenado a muerte por los franquistas.

“La historia la cuentan personas y, como tal, es subjetiva. Hay que analizar lo que narran unos y otros para poder hacerse una idea de lo que sucedió en realidad”, dice Villatoro.

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