Alicante

A poco más de 20 días para las primarias del PSOE provincial de Alicante, ya se han formalizado las precandidaturas de los dos sectores en liza, un escenario que no se quería desde el Palau de la Generalitat a año y medio (si no se adelantan) de las elecciones autonómicas. Toni Francés será el candidato del sector oficialista alineado con Puig y Alejandro Soler lidera a los antiguos sanchistas -hoy todos se definen como sanchistas-, el sector renovador.

De quién gane las primarias del 16 de enero y presente un proyecto sólido en el congreso del 5 de febrero depende el control de las listas municipales en 2023. Puig es que maneja los tiempos y tiene la última palabra. Pero la consolidación de especulaciones como el nombramiento de Ana Barceló como candidata en la capital o primero puestos todavía en duda en grandes ciudades como Benidorm o San Vicente, dependerán de la aquiescencia del futuro líder provincial. 

Desde ambos sectores son conscientes de que ambas precandidaturas conseguirán el número de avales necesarios para competir por la Secretaría General Provincial de Alicante, entre 700 y 900. De hecho, una vez cerrados los censos, el equipo de Soler ha sumado a su causa cerca de 600 nuevas altas de afiliados mientras que el de Francés apenas tiene 200 más.

Por el momento la campaña no ha comenzado "a cara de perro", pero ya empiezan a vislumbrarse argumentos poco corteses por ambos sectores. Los de Francés afean a Soler haber comenzado una batalla interna que pone en entredicho el liderazgo de Puig y de la que el PSOE puede sacar poco beneficioso. Los de Soler, por su parte, deslizan que Francés fue incapaz de hacerse con la Diputación de Alicante pese a haber obtenido más votos que el PP, pudiendo haber pactado con Cs, como ocurrió en Sant Joan o Xixona.

Sin integración

Las posibilidades de que en este tiempo consensúen una lista de integración con candidatura única son remotas, pero todo puede pasar. Ni Francés ni Soler están dispuestos a ceder para que sea el otro quien encabece el proyecto. El primero porque perdería la legitimidad en su cargo como portavoz socialista en la Diputación de Alicante. El segundo porque lleva ya un año trabajando y su renuncia acabaría con cualquier proyecto de renovación.

En todo este tiempo se han consolidado los apoyos ambos sectores y son pocos quienes navegan entre dos aguas. Toni Francés exhibe una amplia lista de alcaldes a sus espaldas, aunque algunos de ellos no controlan sus propias agrupaciones, como es el caso de Carlos González en Elche o Jesús Villar. Alejandro Soler, por su parte, cuenta con menos primeros ediles pero ha incorporado a su causa a algunos de peso como Rubén Alfaro (Elda), Vicente Arques (l'Alfàs) o Fulgencio Cerdán (Villena).

Particularmente cruenta volverá a ser la lucha en la ciudad de Alicante, donde el exsenador Ángel Franco está llevando el peso de la recogida de avales para el sector oficialista. Todavía tiene a la "minoría mayoritaria" de su lado, pero cada vez cuenta con menos fuerza toda vez que ha perdido batallas importantes como la del nombramiento de Francisco Sanguino como candidato en 2019, lo que ha llevado al partido en la ciudad a la más absoluta insignificancia.   

El próximo 3 de enero empezará la verdadera campaña interna una vez que ambos candidatos hayan formalizado la entrega de avales. A partir de ahí, y dependiendo de cómo evolucione la pandemia de Covid-19, se desarrollarán el resto de actos hasta la votación final.

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