Alicante

Con el fin del estado de alarma, el presidente Ximo Puig repasaba los datos en que se encuentra la Comunidad Valenciana. Según destacaba, "somos el territorio más seguro de España desde hace dos meses" y "no hay ningún país de Europa que esté mejor". Los datos que apoya el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades avalan esa perspectiva. Y, con eso, la hostelería se pregunta: "¿Por qué tenemos que ser los pagadores?".

Con ese interrogante se lanza Lalo Díez al ruedo del cambio de normativas que han de acompañar desde este domingo el día a día. El presidente de la Coordinadora Empresarial del Ocio y la Hostelería en la Comunidad Valenciana habla desde la animada terraza de su local. Y lo primero que puntualiza es que "el problema es que el que no conoce un sitio de estos ve una terraza llena y cree que cuadran los números".

Alicante repite con llenos su segundo fin de semana con ampliación de horarios. Eso sí, el pasado 1 de mayo la afluencia de público a las calles que acogen mayor número de locales dedicados al tardeo fue tanta que se tuvo que vallar la zona de la calle Castaños. Esta vez no ha sido necesario ese dispositivo de la policía local. 

Javier Galdeano y Bianca Dusi, de la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante, señalan ese descenso. Para ambos es clave el reciente festivo del 1 de mayo, "aunque no se podía venir había mucha gente de fuera". Y aún con todos esos clientes, el primero recuerda que "manteniendo la distancia nadie llega al cien por cien en terrazas y que los interiores hasta hoy están al treinta. Y se factura en proporción".

Nuevos horarios

Lo sabe bien Dusi, responsable de una vermutería. En la terraza de su local, hay mesas libres a primera hora de la tarde. "A lo mejor un martes se trabaja bastante más que un sábado", dice. Una sensación que corrobora su compañero Matías. Los dos confían en que la ampliación de horarios que se tendrá les permita recuperar el servicio de la noche.

"Entre las ocho y las nueve era muy buena hora para nosotros", recuerda Dusi sobre aquellos tiempos anteriores a la pandemia. Con el límite de la movilidad a las diez de la noche vigente hasta este sábado, quien salía a cenar no pasaba por su local. "Se toman la copa en el restaurante y ya no salen a otro bar porque no saben si tendrán sitio y se la podrán tomar".

Bianca Dusi, en la terraza de su local. Alicante

Ajustar espacios

El problema del espacio que mencionan es la clave con que arrancaba Díez. Su pub es uno de los que ha tenido que adaptarse para poder aprovechar el interior ya que se prohibió bailar y el uso de la barra. "Tengo 277 de aforo", apunta, "sentados en mesa y con distancia me caben 74 personas. Y con eso tengo que pagar un negocio pensado para 277 y con un horario que es el doble que ahora. Ese es problema. Y después de más de 14 meses".

En la encrucijada de las calles Castaños y Cándida Jiménez Gargallo, Galdeano observa a los agentes de la policía local trabajando y las mesas repletas. Podría parecer una vista del tardeo anterior a la pandemia. "Faltan las colas", recuerda, "antes se formaban y eso había que soportarlo porque no estaba prohibido". Ahora, para evitar aglomeraciones, los porteros de los locales están instruidos para que eso no suceda. Y Galdeano recalca que así se cumple.

Retomar la normalidad

Pasamos a la plaza Ruperto Chapí, con mucho más ajetreo del esperable cuando no hay una función en el Teatro Principal. "Se ha convertido en el espacio para fumar", explica el presidente de Alroa. En eso la normativa de la Generalitat se mantiene, para poder consumir tabaco hay que asegurar el espacio libre. Y en calles estrechas con terrazas ocupadas es imposible.

Al observar el ir y venir, Galdeano destaca que "la gente quiere entrar a los locales. Queremos que vuelva la normalidad y que esa sensación siga". Por eso afirma que "es buena noticia el incrementar el horario y el aforo. Vamos por el buen camino".

Dique de contención

Lalo Díez, presidente de la Coordinadora Empresarial del Ocio y la Hostelería en la Comunidad Valenciana. Alicante

Ese optimismo está lejos de lo que percibe Díez: "Nos parece que el Gobierno valenciano sigue despreciando a un sector que componen mil empresas que siguen en pie después de 14 meses". De ahí que recuerde que una de las peticiones en la que han insistido en su diálogo con la Generalitat es "que es mejor que la gente esté en espacios reglados que en la calle o en casas, porque seguimos siendo un dique de contención".

Y se remite a los cifras de la pandemia en la Comunidad Valenciana. "Desde el 15 de marzo tenemos los mejores datos de Europa. Si la decisión política es ser restrictivos a costa de la hostelería, pues compense a la hostelería". Y critica que "el ocio no cobra las ayudas prometidas en noviembre y estamos en mayo. ¿Cómo van a aguantar la mil empresas que quedan este camino sin que el Gobierno valenciano ponga sobre la mesa un plan de desescalada?". De ahí que alerte en su conclusión que "seguirán muriendo empresas si no hay perspectiva".