Elche

"Todo el mundo sabe por qué está esa cruz en la plaza. Es un símbolo del franquismo". Con estas declaraciones a Tele Elx, el alcalde Carlos González desataba precisamente lo que quería evitar, "un debate encarnizado". Claudio Guilabert, portavoz del Partido Popular le acusa de "generar con ese sectarismo la división del pueblo ilicitano".

El monumento situado en el paseo de Germanías recupera de nuevo el protagonismo en la vida política a causa de su origen. Construido en 1939, su retirada sería una cuestión, "simplemente", de "cumplir la ley de la memoria histórica y la futura ley de memoria democrática". Y, así, "hacer lo que hacen tantas ciudades, suprimir la simbología franquista que exalta la victoria de una parte de la sociedad española sobre la otra".

Esa apelación a la dictadura en el discurso de González es lo que irrita a Guilabert. "Esa cruz es un símbolo de unos y otros, de republicanos y nacionales. Y a día de hoy esa es la realidad. Yo no he conocido esa cruz con los símbolos franquistas. Y cuando he paseado por allí se decía que representaba a las víctimas. Y he crecido con esa narrativa".

Modernizar el barrio

Paseo de Germanías está situado en lo que Guilabert define como un barrio muy característico, "donde está el Cristo de Zalamea, la parroquia de San José... Un barrio obrero". Una zona que se incluye dentro del plan de acción de los fondos europeos Edusi. Precisamente con el dinero que estos aportan, González quiere "una modernización en profundidad".

El portavoz popular le echa en cara que ese no era el plan con que se anunciaron estas obras. "En un primer momento no se contemplaba la demolición", afirma. De hecho, recuerda que "el portavoz Héctor Díez había dicho que se había integrado en el paisaje urbano. Y ahora de forma unilateral ha decidido cargarse la cruz".

Recuperar el refugio

El proyecto del equipo de Gobierno formado por PSOE y Compromís, como explicaba González, busca "recuperar un elemento tan relevante como el refugio de la Guerra Civil". Y de ahí a convertirlo "en un activo cultural vinculado a la memoria histórica". Un paso que le permitiría enviar el mensaje de que "queremos que envuelva la plaza de respeto a los derechos humanos y a la convivencia".

Guilabert cree que ese mensaje de concordia ya se aplica. "En Elche se llegó al acuerdo de eliminar el altar que existía en ese monumento y se convirtió en un monumento a todos los que perdieron la vida en la Guerra Civil", destaca. La eliminación de las inscripciones que pudiera llevar la cruz era una de las claves para poder mantener el monumento.

Las otras cruces

Esta es una fase que ya se vivió en la pequeña localidad de Callosa del Segura. En 2018 el equipo de Gobierno decidió retirar la cruz que presidía la plaza de la iglesia por considerarla un símbolo franquista. Los contrarios a esta acción esgrimían que era un símbolo religioso ya que se habían eliminado los nombres de las víctimas.

González considera que "se está llevando a cabo un proceso muy interesante en el conjunto del país, de forma paulatina y suave, de evitar estos símbolos de la confrontación o cuya presencia en los espacios públicos conlleva esa confrontación". 

Guilabert es de la opinión contraria: "En Elche tenemos un alcalde que tira la piedra y crea la división". Una opinión que también extiende al socio de González en el equipo de Gobierno: "Compromís va a defender y siempre ha defendido que esa cruz tiene que ser eliminada porque siguen anclados en el pasado y se ha erigido en símbolo franquista".

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