4 noviembre, 2023 03:05

Dos reuniones en Bruselas en una semana. La primera, la tarde del 30 de octubre en uno de los despachos de Junts en el Parlamento Europeo. En la pared cuelga una inmensa fotografía que muestra una urna del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Cataluña. La cámara comunitaria ordenó retirarla de una exposición en septiembre. Debajo del póster, un sonriente Carles Puigdemont. A su derecha, el personaje elegido por Pedro Sánchez para cerrar el trato de investidura: es Santos Cerdán León (Milagro, Navarra, 1963), ‘número tres’ del PSOE.

El saldo de aquella reunión fue el reconocimiento explícito de Puigdemont como “president”, como quedó reflejado en un comunicado que los socialistas emitieron después del encuentro. La foto es toda una declaración de intenciones. Pero, pese a que el pacto avanza, éste no se cierra. Por ello, el leal hombre de Sánchez coge un taxi a Barajas sólo dos días después, aunque sea festivo: el día de Todos los Santos, Santos Cerdán vuela de nuevo a Bruselas.

En la capital belga, el interlocutor de Sánchez con los independentistas prepara una nueva ronda de negociación. El jueves, Puigdemont canceló una rueda de prensa en la que tenía previsto anunciar el ‘sí’ a Sánchez. El líder separatista se echó atrás en el último momento porque considera que la Ley de Amnistía no recoge todas sus aspiraciones. En concreto, no lo hace el artículo 3 del texto legal, donde se establece el ámbito al que se aplicaría el borrado de los delitos cometidos en el marco del procés desde comienzos de 2013 hasta hoy.

Santos Cerdán y Puigdemont, reunidos en Waterloo, junto a otros miembros del PSOE y JxCAT.

Santos Cerdán y Puigdemont, reunidos en Waterloo, junto a otros miembros del PSOE y JxCAT. Efe

En resumidas cuentas, para Puigdemont y su partido, la Ley tiene que indultar a todos los encausados por el procés, sin excepciones. “No dejaremos ningún soldado tirado, no haremos una amnistía por ‘vips’”, decía Jordi Turull, secretario general de Junts, en un mensaje enviado a la Ejecutiva del partido, según reveló La Vanguardia.

Por ello, Cerdán, que hace alarde de trato sencillo pero también de cabezonería, según quienes le conocen, entra de nuevo en acción: la segunda reunión se celebra el viernes a las 9:30 de la mañana; de nuevo, en las oficinas de la Eurocámara. Después de dos horas y media, a las 12:00, el encuentro concluye sin acuerdo: el anuncio de la investidura tendrá que esperar. Según los entornos de ambas partes, las negociaciones están atascadas pero los flecos que quedan por pulir son mínimos.

De Milagro a Bruselas

La aparición de Cerdán en la foto de Bruselas ha sorprendido a más de uno que le conoce en su Navarra natal. En su currículum formal, el secretario de Organización del PSOE cuenta con una Formación Profesional de segundo grado (FP-II) en Electrónica Industrial y experiencia como técnico de mantenimiento en dos empresas del sector agroalimentario en la zona de su pueblo, Milagro.

Pero en su currículum informal puede jactarse de una virtud –la lealtad a ciegas– que en política se paga bien: apostó, contra todo pronóstico, por la victoria de Pedro Sánchez en las primarias de 2017 contra Susana Díaz, y le salió bien. Aquel apoyo le valió el premio de pasar de Milagro a la primera línea del PSOE en Madrid, y de ahí a la alta política que estos días se escenifica en los despachos de Bruselas.

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Procedente del ámbito rural al sur de Navarra, en pocos años, Cerdán se ha posicionado como uno de los hombres de máxima confianza de Sánchez en el PSOE, como secretario de Organización y presidente de la Fundación Pablo Iglesias, un sueldo de 3.904 euros netos mensuales y la responsabilidad de conducir a buen puerto las negociaciones con Puigdemont para la investidura.

“Es alguien que no tiene mucha historia: nadie le conocía, ni siquiera en Navarra”, dice a EL ESPAÑOL un empresario de la región, cercano al PSN (las siglas para Partido Socialista de Navarra). “Trabajaba en una fábrica de espárragos de su pueblo, en mantenimiento. No tenía apenas carrera política y ahora es el interlocutor que se sienta en Bruselas con los independentistas. Aún no se lo cree”, prosigue con algo de sorpresa.

El ascenso de Cerdán dentro del PSOE también causa asombro: su padre y su abuelo fueron militantes socialistas, pero él, pese a ser “un hombre de partido”, como le definen quienes le conocen, no se afilió a la formación hasta los 30 años, coincidiendo con el inicio de la segunda  legislatura de Felipe González en 1993. Su entrada en la política activa se produjo seis años después, en 1999, cuando fue elegido concejal socialista de Milagro.

En el pueblo, Cerdán fue teniente de alcalde y llegó a llevar escolta por las amenazas de ETA a los políticos no separatistas. Compaginó su actividad política municipal con su trabajo como técnico de mantenimiento en la industria agroalimentaria. Primero lo hizo en Iberfruta Muerza, en la localidad de Azagra; y luego, en la empresa de vegetales Bonduelle, con sede en su Milagro natal. Más adelante, en 2008 montó su propia sociedad, Milagro Servicios Integrales S.L.

Santos Cerdán junto a un vecino de Milagro en las fiestas del pueblo, en 2013.

Santos Cerdán junto a un vecino de Milagro en las fiestas del pueblo, en 2013.

Poco después de salir elegido como concejal, en el 2000, se hizo también cargo de la presidencia de la Mancomunidad de la Ribera Alta, la comarca navarra que comprende las poblaciones situadas cerca de la confluencia entre los ríos Arga y Aragón, al lado de su pueblo. Su hermana Belén ocupa en la actualidad este cargo en el ente comarcal.

En Milagro, Cerdán vivía en una casa a las afueras sin grandes pretensiones, de dos plantas y un garaje, junto a su mujer Francisca Muñoz, a quienes todos en el pueblo conocen como ‘Paqui’. Es originaria de un pueblo de Sevilla y trabajaba también en una fábrica de Milagro hasta que consiguió una pensión por incapacidad antes de mudarse a Madrid, según explican fuentes de su entorno a este periódico. El matrimonio tiene una sola hija.

“Paqui es una mujer con mucho nervio. Él es muy de su familia y de sus amigos, los de toda la vida del pueblo. No tiene grandes aficiones; trabaja mucho, eso sí, y es ‘culé’. Participaba todos los años, como el resto de vecinos, en la Fiesta de la Cereza de Milagro, que es todo un acontecimiento cultural… En el pueblo todo el mundo le llama ‘Santi’ y en el partido se le conoce como ‘el de Milagro’”, dice una fuente que coincidió con él en el PSN.

Lucha en el PSN

El primer punto de inflexión en la trayectoria política de Cerdán se produjo en 2004. Entonces, según relata la fuente que pasó por el PSN, ‘el de Milagro’ apoyó la revuelta interna en que terminó con Carlos Chivite de secretario general, cuando éste venció a Juan José Lizarbe. Aquella primera lealtad con un candidato ganador le sirvió para ser nombrado vocal de la Comisión Regional Ejecutiva del PSN, y abandonó la Mancomunidad.

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En 2007, Cerdán se presentó a la alcaldía de su pueblo, pero sufrió “un revolcón” electoral, según la fuente del entorno socialista. Sin embargo, aquello no le impidió ser uno de los principales activos del PSN para impulsar desde la Ejecutiva el pacto del entonces secretario general, Fernando Puras, con la izquierda abertzale de Nafarroa Bai e Izquierda Unida: el PSN había ganado las elecciones autonómicas pero necesitaba ese acuerdo a  tres bandas para gobernar y desalojar a Unión del Pueblo Navarro (UPN), que llevaba 11 años en el poder.

Sin embargo, Ferraz truncó sus planes: en agosto de 2007, José Luis Rodríguez Zapatero dio órdenes de que la filial socialista navarra apoyase un Gobierno de UPN con Miguel Sanz al frente para impedir el avance nacionalista. Puras acató la decisión de Madrid pero dimitió al poco tiempo como gesto de disconformidad. Aquel episodio, conocido como el ‘agostazo’, todavía perdura en la memoria de socialistas navarros como Cerdán.

“Cerdán es alguien de los que más quería el acuerdo. Se mueve como los ángeles con la banda de los de Bildu, los etarras y la izquierda radical. Él es uno de los principales artífices de la destrucción del PSN constitucional. Quiso cargarse a [Miguel] Sanz y luego a [Yolanda] Barcina”, dice el empresario navarro, cercano también a Rodríguez Zapatero y que conoció de cerca aquella operación.

Pese al revés, Cerdán siguió trabajando para el partido de forma silenciosa. En 2008 fue nombrado adjunto a la Secretaría de Organización, desde donde “hizo un muy buen trabajo”, en palabras de la fuente que coincidió con él en el PSN. “Hizo una gran labor de ampliación de la afiliación. Curraba, y curraba bien”, asegura. Aquella labor le llevó en 2012 a la Secretaría Regional de la Ejecutiva.

El presidente del Gobierno en funciones y líder socialista Pedro Sánchez junto a la vicesecretaria general María Jesús Montero y el secretario de Organización, Santos Cerdán durante la reunión de Comité Federal del PSOE.

El presidente del Gobierno en funciones y líder socialista Pedro Sánchez junto a la vicesecretaria general María Jesús Montero y el secretario de Organización, Santos Cerdán durante la reunión de Comité Federal del PSOE. Efe

Dos años más tarde, en 2014, ya como diputado en el Parlamento de Navarra, se sumó a la moción de censura que el PSN presentó para desalojar a Yolanda Barcina (UPN) del poder: de forma similar al 2007, los socialistas navarros necesitaban esta vez los votos de Bildu, con quien Cerdán era el principal interlocutor. Nuevamente desde Madrid, esta vez Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano, abortaron la operación.

Cerdán colaboró luego con María Chivite, sobrina de su primer padrino político, que tras la fallida moción de censura se puso al frente de los socialistas navarros. Después de dos reveses por los pactos con los abertzales, la venganza del ala del PSN más abierta con el nacionalismo contra la antigua Comisión Ejecutiva Federal del partido se consumó en 2019, cuando Chivite accedió a la presidencia de la Comunidad. 

Entonces, en Madrid, ya era Pedro Sánchez quien llevaba la batuta y las cosas habían cambiado: el secretario general del PSOE rompía con la tradición del PSN de contener a los nacionalistas y los estatutos recogían que los pactos de gobierno los decidirían los afiliados. Los líderes territoriales ya tenían autonomía para fijar sus acuerdos.

El más leal

En el contexto de las primarias socialistas de 2017, Cerdán vio claro que el PSN tenía que apostar por Sánchez si algún día pretendía gobernar en Navarra con la ayuda de la izquierda radical y el nacionalismo. El actual secretario de Organización había conocido al candidato a liderar el PSOE “en la época de Trinidad Jiménez”, según la fuente del PSN. Desde el primer momento, le mostró “lealtad absoluta”.

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Según explica el empresario navarro consultado por este periódico, Cerdán hizo de chófer a Sánchez cuando éste fue a Pamplona a recabar apoyos para las primarias, y le consiguió los avales necesarios para ganar. Sánchez obtuvo finalmente el 69,91 % del apoyo de la sección socialista navarra. 

El candidato no las tenía todas con él en la Comunidad Foral: Chivite mantenía una neutralidad formal, mientras que Lizarbe, anterior secretario general, apostaba por Susana Díaz. Cerdán, sin embargo, fue el líder del núcleo del PSN en el que Sánchez se apoyó para vencer. “Fue a buscar los votos con él”, insiste el empresario Navarro.

A partir de entonces, el camino a Madrid quedó despejado para Cerdán. Nada más ganar Sánchez en 2017 las elecciones internas del PSOE, Cerdán se trasladó con su familia a la capital. Allí comenzó a trabajar de la mano de José Luis Ábalos y fue nombrado secretario de Coordinación Territorial del partido. 

En Madrid, Cerdán era muy cercano a Koldo García, mano derecha de Ábalos; también navarro y con una historia muy similar a la suya: llegó al consejo de Renfe Mercancías después de una discreta carrera como concejal socialista de Huarte (Navarra) y de haber trabajado como guardia de seguridad, gracias a la protección del exministro de Transportes a quien presentó Cerdán.

Santos Cerdán y José Luis Ávalos.

Santos Cerdán y José Luis Ávalos. EP

Mientras, en Navarra, el ascenso de Cerdán a la primera línea de la política nacional lo convirtió en alguien todavía más poderoso: “Es quien corta el bacalao en Navarra”, asegura el empresario. En estos años, por ejemplo, Cerdán puso a su hermana Belén al frente de la Mancomunidad de la Ribera Alta que un día presidió. Durante la pandemia, consiguió también que le ingresaran en la prestigiosa Clínica de la Universidad de Navarra en Madrid, tras contagiarse de coronavirus.

Cerdán se hizo en 2021 con la Secretaría de Organización del partido en 2021, en sustitución de Ábalos, y con la presidencia de la Fundación Pablo Iglesias, de la que permanece como apoderado. Ahora, es el elegido para dar la cara en Bruselas en las negociaciones con el separatismo catalán: “Es alguien muy correcto y afable en el trato. Cabezón como él solo”, dice sobre su carácter político su excompañero del PSN.

Sin embargo, no todos quienes le conocen confían en su capacidad: “No le veo negociando nada. Es alguien que ha dado la cara al final y ha aparecido en la foto, pero porque es el más leal a Sánchez. Mata por él”, dice el empresario. Por su parte, la fuente del PSN, se expresa en el mismo sentido: “Este es leal y por eso le han elegido. Pedro sabe que no se la va a jugar”.