A pesar de la resistencia inicial de los grandes bancos, al final todos, de una u otra manera, han terminado ofreciendo alguna clase de producto remunerado sin riesgo, ya sea un depósito a plazo, una cuenta remunerada o un depósito para clientes seleccionados.

Los depósitos a plazo han sido la opción mayoritaria entre los bancos pequeños y los extranjeros, que han hecho el agosto con la captación de ahorros de las familias.

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Y es que el saldo total que los españoles tienen en depósitos a plazo es ya de 136.033 millones de euros, como reflejan los últimos datos disponibles en la base del Banco de España, que corresponde al pasado mes de enero.

Este importe equivale a justo el doble del saldo que se registraba en enero del año pasado, cuando este se situaba en 65.473 millones de euros. El volumen superó la barrera de los 100.000 millones en septiembre y siguió creciendo hasta registrar en enero su nivel máximo desde 2019.

Rentable y sin riesgo

El principal atractivo de los depósitos a plazo es que ofrecen rentabilidad sin apenas riesgo. Y es que la recuperación de la "inversión" en estos productos está garantizada, siempre que no supere los 100.000 euros por cuenta, por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

Se trata de una característica que atrae a muchos pequeños inversores de perfil conservador que no quieren lanzarse a otros productos que comportan algo de riesgo, como los fondos de inversión o los planes de pensiones.

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Los depósitos han tenido que competir durante los últimos meses con las letras del Tesoro, que han suscitado mucho interés entre las familias, sobre todo cuando volvieron a dar rentabilidades cercanas al 3%.

El retorno que ofrecen las puestas a disposición en la última subasta del Tesoro, celebrada el pasado 12 de marzo, es de un 3,578% para las de nueve meses y de un 3,653% para las de tres meses. A doce meses, las subastadas el pasado 5 de marzo ofrecieron una rentabilidad del 3,516% y las de seis meses, un retorno del 3,715%.

Un 2,38% de rentabilidad

Rentabilidades, todas, muy superiores a las que están ofreciendo de media los depósitos a plazo. Los últimos datos del Banco de España, correspondientes a enero, hablan de un 2,38%.

El primer mes del año ha sido testigo de la primera gran caída de esta rentabilidad frente al mes anterior desde que comenzaron a subir los tipos de interés en el verano de 2022. En diciembre el retorno medio de estos depósitos era del 2,58%.

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La rentabilidad ya cayó entre julio y agosto del año pasado, pero lo hizo apenas dos centésimas, mientras que en enero ha caído dos décimas frente al dato de diciembre.

Y es que, como ya contó este periódico, los bancos están ya dando marcha atrás a los retornos que ofrecen ante la perspectiva de que los tipos de interés comenzarán a bajar este año, previsiblemente en junio.

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Con todo, esa rentabilidad del 2,38% es 3,5 veces más alta que la que se ofrecía en enero de 2023. Y 55 veces superior a la de enero de 2022, cuando aún no habían comenzado a subir los tipos de interés.

Eso sí, se queda lejos de las rentabilidades que se ofrecían en la anterior etapa de tipos de interés altos. Para encontrar la más alta hay que retrotraerse a octubre de 2008, cuando los bancos pagaban una media del 5,041% por los depósitos a plazo.