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Juan Pedro Hernández Moltó lo fue todo en el PSOE, dentro y fuera de Castilla-La Mancha, y su carrera llegó a ser meteórica en muchos e importantes cargos políticos e institucionales. Se inició con José Bono, otro de los grandes todoterrenos castellano-manchegos de la política en España, y a partir de ahí se proyectó a lo largo de tres décadas hasta que llegó el momento de su caída, cuando era el presidente de Caja Castilla La Mancha: el domingo 29 de marzo de 2009 el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tomó la decisión de urgencia de intervenir la entidad financiera más importante de la región y poner en marcha un proceso que frenó en seco la brillante trayectoria de Hernández Moltó. Lo que llegó después es ampliamente conocido, aunque siempre habrá una profunda intrahistoria que tal vez jamás llegaremos a saber.

La discreción ha sido la marca de la casa de Moltó en estos trece últimos años, aunque su espíritu emprendedor, siempre inquieto, le ha movido a no quedarse parado y, pese a sus actuales 70 años de edad, mantener las ganas y la inteligencia natural que tanto éxito le dieron durante muchos años en la política española y castellano-manchega. No es momento de hablar de sus borrones, sino de un futuro en el que Hernández Moltó está embarcado con ilusión y que, acumulando circunstancias casuales, le han llevado a ser noticia en estos días por diversas reapariciones digamos “enigmáticas que han llamado mucho la atención. Obviamente, después de tantos años era impensable que la repentina presencia de Moltó dejara indiferente a nadie, menos aún tratándose de un perfil político tan potente como el suyo.

Un llamativo encuentro empresarial de Tarancón celebrado el 21 de marzo en el restaurante Essentia, la asamblea de Asaja de la pasada semana en Cuenca y, finalmente, la presentación este mismo lunes de las memorias del expresidente José María Barreda en la Biblioteca de Castilla-La Mancha en Toledo han sido tres momentos recientes en los que Moltó “se ha dejado ver” con cierto protagonismo y sin que a nadie le pasara desapercibida su presencia. Ha sido todo tan de golpe y a bote pronto, que no podía resultar de otra manera que bajo la mirada de los medios y los fotógrafos. Las especulaciones no se han hecho esperar.

Enclave empresarial

La clave de todo este movimiento público de Hernández Moltó, según fuentes de toda solvencia consultadas por EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM, es el deseo del exdirigente socialista de “normalizar” absolutamente su ánimo personal y su vida pública y volver a aportar toda su experiencia, más que notable en estos últimos cuarenta años, con iniciativas que sean buenas para Castilla-La Mancha. Hernández Moltó quiere, según las citadas fuentes, dar “naturalidad y normalidad” a su actividad cotidiana, y en ese contexto está lanzando un “club empresarial” con el que el exdiputado socialista parece estar muy ilusionado, siempre en un marco con tres principales objetivos: generar un potente foro de encuentros entre empresarios y profesionales que aporten experiencias en común para relanzar a Castilla-La Mancha, favorecer lazos y relaciones que impulsen la economía regional e introducir “gente nueva” que, desde el mundo de la empresa, apoye en esta misma línea.

Según las fuentes consultadas por este periódico, no se trata de un proyecto que vaya a oficializarse o constituirse como asociación o fundación, sino de un club “no formal” de encuentros periódicos profesionales que sirvan a estos objetivos de forma beneficiosa para nuestra comunidad autónoma. La reunión que puede considerarse “fundacional” de este club tuvo lugar en febrero de 2020 en el citado restaurante Essentia de Tarancón con la asistencia de unos 40 empresarios, aunque el proyecto tuvo que frenarse por la pandemia y se ha reactivado el pasado 21 de marzo en esta misma localidad conquense en la que, según las mismas fuentes, Moltó quiere centralizar su proyecto.

A este segundo encuentro acudieron en torno a 150 empresarios de toda la región, entre ellos como invitado especial, José Juan Ruiz, presidente del Real Instituto Elcano, natural precisamente de Tarancón, tal como ya hemos informado. Otros asistentes fueron empresarios de tanto renombre como Abraham Sarrión, Félix Solís, Jesús Bárcenas, Fernando Jerez o Mariano Álvarez, además de algunos políticos como el exministro José Bono; el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, y Javier Nicolás, jefe de gabinete del presidente de la Junta, Emiliano García-Page. Todo apunta a que antes del verano volverá a producirse un nuevo encuentro, que ya sería el tercero, también en Tarancón, y después irán llegando otros.

Mirada a la actualidad

La idea del proyecto de Moltó es que la opinión del mundo empresarial de Castilla-La Mancha esté presente y se aporten ideas y experiencias, mirando siempre al futuro en positivo. No parece que esté mal pensado: reunir periódicamente en un foro común a los grandes empresarios de la región, que se conozcan y hablen entre ellos y que intercambien opiniones sobre sus negocios y cómo lanzar la economía regional. En la agenda de próximos encuentros aparecen cuestiones centrales de la actualidad como los proyectos de reactivación económica tras la pandemia y la guerra de Ucrania, los fondos europeos, las energías renovables o las infraestructuras de Castilla-La Mancha.

Hernández Moltó sigue guardando silencio y discreción sobre todo este asunto, pero sus últimas apariciones públicas han disparado los rumores. Él es consciente de ello, pero, según las fuentes consultadas, apuesta por mantener un “perfil bajo” y que este foro profesional se mantenga en el nivel que más les gusta a los empresarios, que siempre es el de la discreción y la prudencia, sin demasiadas alharacas mediáticas. “Sin atosigar”. Una nueva e importante ilusión para una nueva etapa en la que Moltó quiere volver a aportar su granito de arena. Es clave para Moltó recuperar su vida, su estado de ánimo y su presencia pública.

Un proyecto discreto

El club de Moltó es más que interesante. Suena bien. Puede hacer aportaciones importantes y está bien planteado. Una idea central que el exdirigente socialista ha promovido en su entorno, un reducido grupo de personas que colaboran en el proyecto, es que este foro debe plantearse de forma discreta y con un claro perfil bajo. Ni excesos mediáticos, ni bombos, ni platillos. Cautela y prudencia, sencillez y trabajo. Debate y buenas ideas, pero sin protagonismos personales ni salidas espectaculares ante los periodistas. El mundo empresarial nunca ha sido muy amigo de los fuegos artificiales.