Mientras Ron Lalá no dejaba de producir teatro (algo parecido a una factoría con sello propio) soterradamente la compañía (fundada en Madrid en 1996) valoraba la posibilidad de revivir en las tablas parte de su primera etapa, por un lado para mostrarla a sus incondicionales y por otro para responder a varias preguntas: ¿Sobrevive el humor al tiempo? ¿Siguen funcionando los gags, los números y las canciones de hace más de una década en la sociedad actual?

Hablamos de Mi misterio interior (2005), Mundo y final (2008), Time al tiempo (2011) y Siglo de Oro, siglo de ahora (2012), que, a partir del próximo 14 de diciembre, podrán verse resumidas en el Teatro Fernán Gómez bajo el nombre de 4x4. Las escenas elegidas quieren mostrar la evolución de la compañía, de su forma de entender la escena, desde los sketches gamberros de Mi misterio... hasta los entremeses barrocos y poéticos de Siglo de Oro... pasando por las fases intermedias de Mundo y final y Time al tiempo. Pero, ojo, 4x4 no es solo una reunión de grandes momentos ronlaleros.

“Con '4x4' encendemos el metrónomo de la comedia para que el espectador viaje de la risa a la emoción”. Álvaro Tato

El equipo formado por Juan Cañas, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher, Yayo Cáceres, Diego Morales, Tatiana de Sarabia y Álvaro Tato propone un recorrido con un hilo conductor: el personaje del novato, interpretado por el joven Luis Retana, que, según explica Tato a El Cultural, “tiene la edad que teníamos cuando estrenamos aquellas obras. Esto nos permite hacer una autocrítica generacional”.

La puesta en escena, añade el autor de la dramaturgia, es “esencial, espartana, rítmica y a la vez muy imaginativa”. El director Yayo Cáceres propone que la imaginación del espectador sea el principal protagonista. “La clave para nosotros es el concepto musical de la puesta en escena –precisa Tato–. Todo obedece a un ritmo frenético. Encendemos el metrónomo implacable de la comedia para intentar que el espectador viaje de la risa a la emoción y viceversa”.

Vuelve, pues, Ron Lalá en estado puro buscando sus esencias sin dejarse paralizar por el pasado. Lo justo para reagruparse en torno a sus señas de identidad: música en vivo, ritmo constante, verso, humor con cierta dosis de poesía, diálogo con los clásicos... Con los años, su lenguaje se ha formado a partir de estas premisas. Pero hay más, como puntualiza Tato: “Ron Lalá es también una manera de entender la profesión desde la artesanía, el trabajo en grupo, la creación colectiva y el equipo estable. Creo que los años de giras han ido afinando la búsqueda de esta síntesis, de la risa poética, que no es sino la evolución de aquel “gamberrismo” descarado que en 4x4 intentamos recuperar. Ahora somos más conscientes y cuidadosos, aunque intentamos no perder la espontaneidad de los primeros años. Eso sí, permanece intacta la mirada crítica y el entusiasmo”.

[Ron Lalá se marca un chotis galáctico]

Por eso no dejan de poner su sello en todos aquellos clásicos que les dan juego para sus proyectos. En estos momentos tienen varios pero Álvaro Tato no desvela el secreto. Y avisa: “Tenemos un pacto de silencio; si revelo algo más, un escuadrón de sicarios se llevará a mi gato”.