El Bernabéu, 'enemigo' del Real Madrid, decidirá la Liga

Quedan cinco jornadas (seis para los blancos) y los de Zidane tienen sus duelos más duros en un estadio en el que no ganaron ni a Atlético ni a Barça. Ha perdido más puntos este año en casa que fuera.

24 abril, 2017 13:14

Daniel Calle @DanielCalleCh

Noticias relacionadas

Todos los equipos firmarían jugarse algo, desde el título a la salvación, en su estadio. Cuando el Madrid ya era líder y se acercaba el mes de abril, todas las miradas de la Liga fueron al centro de la capital de España, allí donde se encuentra el Santiago Bernabéu. Era el campo por donde pasaría la Liga. En principio, ventaja para el Madrid.

En el estadio madridista se jugaba la Liga porque ahí el equipo que iba primero tenía que recibir al segundo clasificado (Barcelona), al tercero (Atlético), al cuarto (Sevilla) y al siempre peligroso Valencia. El Madrid tenía cuatro partidos vitales en los que se iba a jugar la Liga. Dos ya los ha disputado y ninguno los ganó. Todavía le quedan otros dos, claves para el final del torneo.

El empate ante el Atlético de Madrid (1-1) y la derrota de este domingo ante el Barcelona (2-3), ambos además perdiendo puntos a última hora, han dejado la duda de si jugarse la Liga en tu estadio era positivo. Por lo visto hasta ahora, no. El Madrid no ha ganado ninguno de los dos duelos decisivos en su estadio y en cambio si ganó todos los encuentros fuera que estuvieron entre medias (Gijón, Leganés, San Mamés...). Incluso se podía añadir en esta lista la Champions: el Madrid ganó en Múnich y perdió, en los 90 minutos, en el Bernabéu.

Quedan además al descubierto dos cosas: las dudas del Real Madrid en los grandes partidos y la poca fiabilidad de este equipo en su propio estadio. El Bernabéu no se ha convertido en el campo predilecto de su propio equipo. Al contrario, pierde más puntos en su estadio que fuera de Madrid. Aquello del miedo escénico es ya historia. Ahora los equipos grandes no se sienten intimidados.

El Real Madrid ha cedido 11 puntos en el Santiago Bernabéu (tres vs Barcelona y dos ante Atlético, Las Palmas, Eibar y Villarreal), mientras que a domicilio perdió uno menos, diez en total (tres en Valencia y Sevilla y dos en el Camp Nou y Las Palmas).

Con este panorama, lo que le queda al Madrid para ganar la Liga no es ni mucho menos alentador: los dos partidos más duros que tiene son en el Bernabéu. El próximo sábado 29 de abril (16:15 horas, jornada 35) recibirá a un Valencia que ya le apartó de la Liga en 2014 y 2015. Dos semanas después, será el Sevilla el que visite Madrid a dos jornadas del final. Fuera de casa jugará en La Coruña (miércoles 26 de abril), en Granada (sábado 6 de mayo), en Vigo (sin fecha por confirmar, pero presumiblemente el miércoles 17 de mayo) y cerrará la Liga en Málaga (20 o 21 de mayo).

El Madrid debería superar los compromisos a domicilio, y más jugándose la Liga, ya que son tres equipos de la parte baja e incluso podrá ir a Granada con el equipo ya descendido y a Málaga con el conjunto andaluz ya salvado. La visita al Celta, aplazado en febrero, se antoja más fácil de lo normal si el Celta está en la final de la Europa League. Lo que está claro es que los gallegos llegarán con el mismo cansancio, ya que también habrán jugado unas semifinales europeas.

El futuro del Madrid pasa por el Bernabéu. Y ahí es donde tendrá que cambiar el equipo de Zidane. Los golpes ante Atlético y Barcelona han dejado un poso de dudas en el equipo blanco. ¿Es mejor jugar fuera del Bernabéu? Los últimos datos dicen que sí, pero el calendario ya no se puede cambiar. A Madrid tienen que ir Valencia y Sevilla. Y con muchas ganas de formar un incendio en Chamartín.

El Barcelona, en cambio, tiene un calendario más fácil, pero tampoco será un pasillo fácil para ganar el pleno de partidos. Deberá visitar al rival de ciudad, el Espanyol, y recibirá al Villarreal. Son esos los únicos duelos en los que el Barça podría perder puntos, aunque, no lo olviden, donde los azulgrana funcionaron mal en esta Liga fue en campos como el de Las Palmas, donde también tendrá que ir.