C. Serna
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La comida que sirven en los aviones, en pleno vuelo, siempre peca de sosa o de salada o de no saber a mucho. Los alimentos tienen su propio comportamiento a miles de kilómetros sobre la tierra y, con la presión de estos aparatos en plena acción, no siempre quedan como deberían.

Por eso, la aerolínea Turkish Airlines ha decidido incluir a un chef a bordo para que, al menos, a los viajeros de la Clase Business en vuelos largos, les sepan bien los platos que se les sirven y se puedan adaptar a sus gustos.

Se trata del programa Flying Chefs, que es uno de los pilares que han implementado dentro de la filosofía de la compañía para mejorar el servicio a bordo, y que apuesta por "brindar a los huéspedes" una experiencia gastronómica de lujo aunque estén en mitad del océano y rodeado de nubes.

Uno de los platos que se sirven en la Clase Business de Turkish Airlines. E. E.

De esta forma, todas las recetas que se sirven en los vuelos se han probado deliberadamente teniendo en cuenta los efectos de la altitud, la presión de la cabina y la duración del viaje. Y la idea es que, a medida que cambia la percepción del sabor en el aire, los chefs de cabina vayan ajustando cuidadosamente el condimento, la textura y la presentación para garantizar que el plato esté rico y equilibrado.

Los menús que incluye esta aerolínea están diseñados por chefs turcos o internacionales junto con su propio equipo para que luego se pueda reproducir con cuidado y precisión. En la carta se incluyen tanto opciones típicas de la gastronomía turca como platos internacionales a los que luego los Flying Chefs agregan un toque personal.

Un auténtico café turco en pleno vuelo. E. E.

Turkish Airlines siempre ha estado comprometida con los más altos estándares de calidad y la satisfacción de los pasajeros, especialmente orgullosa de la famosa hospitalidad turca. De hecho, ha ganado numerosos premios como los Skytrax 2025 por la Mejor Clase Business del Mundo en Catering a Bordo, la Mejor Clase Business de Europa o la Mejor Clase Business del Sur de Europa, entre otros.

Y es que el nivel de detalle de Turkish Airlines en la parte Business llega hasta al café, una forma en la que los viajeros descubren el alma de Turquía. La nueva carta de especialidad a bordo permite disfrutar de una variedad de opciones que van desde el café turco más tradicional al iced latte más internacional, acompañados de dulces tradicionales como las delicias turcas.

A 35.000 pies de altura, los responsables de esta aerolínea están dispuestos a que se conozca y se saboree uno de los métodos de preparación más antiguos y simbólicos del mundo, que se remonta aproximadamente al siglo XVI, y que desde 2013 está reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El ritual comienza en una pequeña olla llamada cerve, donde se añade el café molido muy finamente y se hierve lentamente con agua, dando como resultado un café de sabor intenso y de textura espesa, que representa la hospitalidad y la tradición.

En el caso de los vuelos, el café será servido en una taza de porcelana y no incluye la lectura de los posos que se suele hacer en las reuniones familiares, salvo que tengas la fortuna de compartir asiento con un viajero turco que se preste. Eso sí, el resto del ritual te hará sentir como si estuvieras en cualquier café de Turquía, rodeado de nubes.