Barbados, ubicado en el este del Caribe, es una nación insular conocida por sus impresionantes playas, su vibrante cultura y su rica historia. Como una de las Islas de Sotavento, cuenta con un cálido clima tropical durante todo el año, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes buscan sol y entusiastas de los deportes acuáticos.
Esta isla tiene una historia fascinante, habiendo sido habitada por primera vez por los indígenas arawak antes de ser colonizada por los británicos en el siglo XVII. El legado del dominio colonial británico todavía es evidente hoy en día en la cultura, el idioma y el gobierno de la isla. La Isla. Fueron los portugueses quienes, en el siglo XVI, bautizaron a la isla como “O Barbados”, los barbados.
El nombre hacía referencia a la gran cantidad de árboles, una especie de higueras, que poseían raíces colgantes semejantes a barbas. Un curioso paisaje de hermosa vegetación, rica tierra, mar espléndido y temperaturas que oscilan entre los 20 y 24 grados en invierno.
La bandera de Barbados.
Las aguas tranquilas de la isla caribeña permiten disfrutar de una gran variedad de actividades acuáticas como practicar snorkel cerca de los arrecifes o avistar barcos hundidos repletos de vida marina. Fondos llenos de corales, esponjas, abanicos de mar, peces león, peces ballesta y encantadoras tortugas que nos acercan a los orígenes de la isla. Un auténtico parque marino muy frecuentado por buceadores. El puerto natural de la Bahía de Carlisle incluye seis zonas para hacer submarinismo entre restos de naufragios, relajarse en la Playa de Brownes y disfrutar en el club náutico. Situada en el suroeste de la isla, Bahía Carlisle, comparte ubicación con la capital.
Su capital es Bridgetown, repleta de casas de madera de colores vivos, grandes balcones y calles estrechas se mezclan con edificios clásicos de la arquitectura colonial británica como la Mutual Life Assurance Society, uno de los edificios más fotografiados de la isla. Entre esos lugares, que narran la historia del país, se encuentra la Guarnición militar de Bridgetown, una fortificación británica declarada Patrimonio de la Humanidad.
El Parlamento de Barbados, de estilo neogótico, es uno de los grandes emblemas de la capital, aunque se disputa el protagonismo con la zona del Chamberlain Bridge. El puente giratorio, ubicado en el centro de Bridgetown, se transformó en puente levadizo, aunque algunas de las piezas originales aún existen. Al lado del puente se encuentra el Arco de la Independencia, el monumento que conmemora la independencia de la isla de la metrópoli británica. La zona del Puente de Chamberlain es un paseo marítimo de madera rebosante de tiendas y restaurantes que aportan mayor encanto a la zona más concurrida de Barbados.
La iglesia anglicana tiene su máximo exponente en la Catedral de San Miguel. Destruida por varios huracanes en los siglos XVIII y XIX, fue la primera iglesia parroquial de la colonia británica y posee el órgano de tubos más grande del Caribe. El tesoro escondido en las entrañas de la isla. Sus cuevas y grutas lo convirtieron en uno de los refugios preferidos por los piratas. Una buena parte del encanto de Barbados se oculta bajo el suelo. Adentrarse en sus entrañas es explorar un magnífico territorio formado por preciosos corales y misteriosas grutas. La Cueva de Harrison es una formación rocosa, de cerca de siete mil años, surgida de la erosión natural causada por el agua.
El recorrido es accesible gracias a un pequeño tren eléctrico que se adentra en la tierra, en algunos tramos a más de cincuenta metros de profundidad. Increíbles grutas, pobladas por estalactitas y estalagmitas, por las que corre el agua de la que se surten los habitantes de la isla. El ron de Barbados. Arquitectura colonial y costumbres británicas caracterizan un territorio poblado, en un noventa por ciento, por descendientes de esclavos africanos.
Aquellas antiguas plantaciones de caña son el origen del ron más antiguo del mundo, y también el de mejor calidad. Las condiciones naturales de la isla caribeña, la brisa, el sol, sus suelos de piedra caliza coralina y la total pureza del agua, proporcionaron, y continúan proporcionando, las condiciones idóneas para el cultivo de la caña de azúcar y la elaboración del ron.
La fauna de Barbados.
Mucho antes de que la bebida espirituosa se convirtiera en el insigne producto de este hermoso país ya era perfectamente conocido y consumido. Se denominaba “Mata Diablo” por su aroma, sabor y, evidentemente, por su contenido alcohólico. La destilería de ron más antigua del planeta es Mount Gay Rum y comenzó a destilar la bebida en 1703. Actualmente continúa en funcionamiento, ofrece visitas y catas del magnífico ron caribeño.
El contraste a la calma del mar Caribe se encuentra en la parte norte de la isla. El Océano Atlántico golpea con rabia la costa más agreste y ofrece un espectáculo lleno de fuerza y bravura en los acantilados de North Point. Barbados es esa mítica isla, bañada por dos mares, que sigue protegiendo espléndidos tesoros.
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