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La Generalitat empleará la 'alerta negra' para advertir a la población de situaciones excepcionales de riesgo extremo. Por lo menos, esa es la intención del plan ante catástrofes diseñado por Gan Pampols y la Vicepresidencia Segunda del Gobierno valenciano.

Entre las propuestas del Plan Director de Análisis, Anticipación y Reacción ante catástrofes naturales de la Generalitat para la Recuperación Económica y Social no solo se piensa en advertir a los ciudadanos, sino también en prepararlos ante posibles catástrofes.

Para ello, este plan prevé que los vecinos dispongan de un kit de emergencias, además de emplear ese nivel extra de aviso superior al rojo.

Con este plan, la Generalitat busca elevar la eficacia en la gestión a través de un enfoque integral, así como fortalecer la coordinación y la capacidad de respuesta. Por el momento, se encuentra en fase de audiencia ciudadana hasta el 18 de agosto.

Este escrito también aboga por unificar el sistema de niveles de alerta y homogeneizarlo con los colores verde, amarillo, naranja y rojo. Esto sería aplicable para todos los riesgos, de forma que se facilita su comprensión tanto por parte de la ciudadanía como de los servicios de emergencia.

También propone adaptar continuamente los distintos umbrales de riesgo al nuevo escenario del cambio climático e introducir un nivel adicional de color negro para situaciones excepcionales de riesgo extremo.

Además, se debe identificar, para cada nivel de alerta y tipo de riesgo natural, el público objetivo (población general, colectivos vulnerables) y asignar los canales de comunicación más adecuados entre los previamente establecidos (campanas, megafonía, drones, paneles LED, mensajería móvil).

De esta forma se intenta asegurar que la información se transmita de forma accesible, comprensible y eficaz, especialmente en contextos de alta gravedad donde una respuesta rápida resulta crítica.

Asimismo, el plan pide evitar fluctuaciones constantes entre niveles de alerta, y establecer umbrales fijos de riesgo que mantengan activas las medidas mientras persista el peligro, incluso si la probabilidad del fenómeno disminuye.

El kit de emergencia

Entre las directrices, el plan apuesta por utilizar un lenguaje de enfoque operativo, que indique claramente qué se hace, quién lo hace y cuándo, evitando ambigüedades o tecnicismos innecesarios.

También por la preparación individual, por lo que se incluye la preparación de un kit de emergencia que debe contener agua potable, alimentos no perecederos, linterna, radio a pilas, dinero en efectivo, medicamentos de uso habitual, mapas físicos, documentos de identidad, kit de primeros auxilios, baterías externas y navaja.

Además, recoge establecer un sistema de comunicación multicanal y accesible para garantizar que toda la población tenga acceso a información crítica que combine canales digitales, tradicionales y presenciales: ES-Alert, megafonía, campanas, drones, medios de comunicación, paneles LED y electrónicos, así como aplicaciones web, redes sociales y móviles.

En cuanto al territorio, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), los Planes de Acción Territoriales (PAT) y el Patricova (Plan de Acción Territorial sobre prevención del riesgo de inundación) deberán basarse en los mapas de riesgo más actualizados.

También deberán integrar directrices vinculantes de prevención y reconstrucción resiliente: disponer de almacenes logísticos con reservas de productos de primera necesidad, zonas de evacuación y refugio temporal (albergues, pabellones, viviendas disponibles, hoteles conveniados, refugios de animales) y puntos de abastecimiento y de recarga de combustible, electricidad y agua potable.

Estructura organizativa

El plan asegura que es fundamental revisar la estructura organizativa actual para adecuar las estructuras existentes con las directrices nacionales y el modelo europeo, incluyendo las recomendaciones mencionadas en el borrador.

Adicionalmente, es crucial que cada integrante de la estructura organizativa posea las competencias necesarias para cumplir con su función específica. Cada miembro debe asumir un solo rol y tener una comprensión clara de sus responsabilidades, funciones y relaciones dentro de la organización.

Así, propone la figura del director del plan en la gestión de la emergencia, que propondrá al president de la Generalitat la declaración de emergencia de interés nacional cuando proceda (en este caso, el director pasaría a ser el ministro de Interior).

También de un director técnico, encargado de la dirección y coordinación del Centro de Coordinación de Emergencias; y un director del Puesto de Mando Avanzado (PMA), responsable en el lugar de la emergencia.

El director del plan contará con un comité asesor -cuyas sesiones serán grabadas- y un gabinete de información.

El Plan diferencia entre la dirección política (la Comisión delegada del Consell para el seguimiento y la conducción de situaciones de crisis cuya creación fue aprobada el pasado 29 de julio), la operativa (Centro de Coordinación Operativa -Cecop-, Centro de Coordinación Operativa Integrada -Cecopi- y Centro de Coordinación de Emergencias) y la ejecutiva (PMA).